La búsqueda del santo grial y lo que simboliza nunca ha estado más vigente que en la actualidad, en nuestra relación con la Tierra y la feminidad cósmica: una ecología sagrada… In-uter-us…
El cáliz con el que Jesucristo instauró la Eucaristía durante la ultima cena se ha convertido en el objeto más buscado en la historia de Occidente.
La historia a través de sus leyendas nos explica que la copa original fue llevada a España, y escondida en diferentes lugares, evitando que fuera encontrada durante las invasiones árabes. Más adelante el Grial fue llevado a la ciudad de Valencia donde reposa hoy día. En un marco de vidrio blindado, el supuestamente antiguo Grial sólo sale de su vitrina en 2 ceremonias al año. En esta versión del Grial hay datos, nombres y fechas de su trayectoria, pero es esta la versión de la iglesia católica.
Otra versión es que José de Arimatea (dueño de la copa y anfitrión del lugar donde se llevó a cabo la ultima cena), al morir Jesús, tomó el Grial y se lo llevó a el país de Gales, donde en Canterbury se construyó la primera catedral del Reino Unido en albergar el Grial.
Si la versión de Jose de Arimatea es verídica, y el Grial estuvo en Inglaterra, de cualquier forma cuando Merlín creó la piedra de la mesa redonda, el Grial ya no estaba ahí, ni en ningun lugar que los caballeros pudieran reconocer. Mas sin embargo, se entregaron a la busqueda de lo que el Grial podria significar. El simbolo sustituyo al objeto físico. Los caballeros emprendieron un viaje iniciático, donde los peligros y las hazañas forman parte de el encuentro con su camino espiritual, al mismo tiempo que venciendo tentaciones y salvando doncellas de bandidos, se acercaban a la esencia del Cáliz.
Jesús le dio un valor y un peso importantísimo al símbolo de una copa. El Grial se ha convertido en un misterio, perseguido por quienes creen que en el existe un gran poder y hasta el misterio de la inmortalidad. Buscado como arma o elemento dador de vida saludable y sin final. También, y simultáneamente, el Grial ha sido buscado en forma mística, indagando en las concepciones sociales y los laberintos de la mente.
En esta búsqueda sagrada del Grial claramente se distingue el símbolo de la deidad femenina y de la energia transformadora que de ella emana, se reconoce que el significante es un símbolo universal. En todo el mundo se observan elementos ceremoniales que comparten la simbología del Grial, incluso lugares sagrados, como cuevas representantes de la vagina de la Diosa madre. En aquellos recintos sacros es donde las fiestas y ceremonias más importantes tenían lugar.
Cuando las deidades masculinas conquistaron nuestra sociedad actual, cuando se cambio a la adorada Diosa madre, dadora de vida y portadora de la fuerza que une al espíritu con el género, se instauró el culto al sol, a lo masculino, las deidades femeninas suplidas por un único Dios todopoderoso y castigador. Las cuevas junto con la mujer pierden su significado. En este trance conceptual, la feminidad se pierde en una escala de valores, su importancia y su esencia se esfuman en una niebla que rápidamente ciega en la profesión de la fe que aceptará únicamente a un Dios masculino; al hombre como entidad sagrada y con espíritu. La mujer sería ubicada como un ser inferior.
Los caballeros, en los tiempo arturicos, en sus intuitivas cabalgatas buscaban no el Grial en sí mismo, si no lo que contiene simbólicamente y lo que representa -el encuentro con la feminidad-, tanto interior, como exterior. Buscan la comunicación con la madre tierra. En sus andares respetan y protegen a la mujer, encontrando también en ella el Grial. Reconocieron a portadoras del Grial, a mujeres que por diferentes motivos, se hayaban en estado salvaje y alejadas de una sociedad, salvas de educación. Mujeres que aprendieron de un entorno virgen sin ideas, sin religion, ni conceptos humanos. Gracias a estas mujeres que encontraron profusas en la naturaleza, y lejanas a la sociedad, los caballeros y los magos de su tiempo, descubrieron la escencia femenina en plenitud, afortunados y apantallados no podrían ver a la mujer de la misma forma. Entendieron no sólo el significado del Grial y lo femenino, sino también del error que arrastraban tales ideas religiosas y sus consecuenias. Arturo y sus caballeros dedican su vida y su sangre a defender lo femenino. Entendiendo como caballero hasta nuestros dias, aquel ser aventurero que desea estar cerca de la feminidad, respetuoso de su casa «la tierra» y de la mujer.
No solo en las cuevas -vulvas, vaginas, úteros- se encuentra un parecido al Grial, en América existe un objeto de igual fuerza y valor cultural, el Sahumerio, que es utilizado en rituales con la madre y sus fuerzas femeninas. Otro «grial» es el de las brujas europeas y su famoso caldero, receptáculo también de lo que transforma y libera la mente, del caldero provenía la magia y la adivinición, las escencias y plantas que se convertian en elementos de transformación dadoras de nuevas conciencias. El mortero de los alquimistas donde la materia prima se transforma en oro, iluminando a quien encuentra la forma y el camino.
Actualmente los métodos de comprender el mundo se han reducido a al camino de la religión y de la ciencia. Señores poseedores de todo el conocimiento y de todos los métodos para llegar a él. El resultado de esta polarización tanto machista como ególatra nos aleja del camino del equilibrio. Estamos matando las raíces de nuestra identidad. Podríamos darnos cuenta que la Tierra conoce, y es conciente de las destrucciones que la humanidad le hace, y que tambien es capaz de desalojarnos como nosotros lo haríamos con una plaga de hormigas. La constante destrucción de la naturaleza, por muy lejos que llegue, no implicará la destrucción del planeta. El significado de todo ello deberia generar preguntas hacia la humanidad misma. Esto nos ubica en una conciencia mínima de lo que se refiere a nuestra existencia, supervivencia y encuentro de lo valioso. Desagarrador e inminentemente visible. Una aventura convertida en religión y dogma, en ego y miedo, y asi controlado nuestro instinto.
«Descubrir la identificación que tenemos con el entorno es descubrir la armonia con el universo y con la tierra, y con nosotros mismos, esa era y sigue siendo la escencia del Grial y el motivo de su búsqueda incesante que fue siempre la búsqueda radical con el entorno. Por eso, plantear la actual actitud destructiva de la Humanidad como una amenaza irreversible que terminará con todo cuanto ha venido sosteniéndonos desde que la vida hizo su aparición sobre el planeta es, en definitiva, volver a ese sentimiento judeo-cristiano del hombre como centro del Universo y señor de sus destinos; del Hombre capaz de construir y destruir, segun le suenen los vientos, levantándose como un ser aterrador en un apocalíptico crépusculo de los Dioses». (Juan G. Atienza).
Nos postulamos como la unica inteligencia de su tipo en el universo, sin entender que somos un chispa de él Todo, y un reflejo aún dormido y ensoñándose a símismo. Esos diminutos ecos del universo en nosotros, nos han convertido en orgullosos y ciegos ensordecidos de la sinfonía cósmica. Quiza esta ensoñación pueda despertarse en una realidad más completa y en el equilibrio de lo femenino.
Hoy, en tiempos de tanto cambio, la salvacion existente es encontrar el útero de Gaia. Entender una nueva etapa de la Tierra en el universo, es entender que el camino hacia la evolución sólo se dara en el contacto con la Tierra. Si bien ya hemos olvidado las doctrinas de los antiguos Dioses, el Dios dinero nos guia y nos controla. El encuentro con el significado de la materia no se ha logrado. Descubrir al espiri-tú de la Tierra y comunicarse era la meta de los buscadores del contenido del Grial, el cual alimenta, cura y devuelve la vida. En el contenido del Grial está el misterio de la existencia.
Blog de Griknay
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