Las hachas de mano más antiguas de Europa están en Granada y Murcia
Las hachas de mano excavadas en los años setenta en dos yacimientos del sureste peninsular proceden de hace hasta 900.000 años, según una nueva datación, lo que las convertiría en las más antiguas de Europa
Nota de Soliman Or:
Por supuesto que no estoy de acuerdo con la manida aseveración de que los homínidos llegaron desde África hasta la Península Ibérica, sino todo lo contrario, a pesar de lo aberrante que les parezca a algunos. Seguimos las tésis de Jorge Mª Ribero-Meneses y promulgamos que la Humanidad Racional nació en la Península Ibérica en este Rincón Paradisiaco de Sepharad, Hespérides…
Vuelco este artículo porque nuevamente nos vuelve a confirmar eso, que nuestros tataratísimos abuelos acogieron su racionalidad en selvas y praderas que eran hábitat de esta Intzula, que no Paníntzula.
Fuente: El Pais
Las dos caras de un bifaz hallado en el yacimiento de Cueva Negra (Murcia), de 900.000 años de antigüedad.– MICHAEL WALKER
Las hachas de mano excavadas en los años setenta en dos yacimientos del sureste peninsular proceden de hace hasta 900.000 años, según una nueva datación, lo que las convertiría en las más antiguas de Europa y también supondría que el estrecho de Gibraltar fue lugar de paso para los homínidos desde África. El estudio realizado por Gary R. Scott y el español Luis Gibert en el Berkeley Geochronology Center (California) y que publica la revista Nature, ha analizado los yacimientos de Solana del Zamborino (Granada) y de Cueva Negra (Murcia).
El hallazgo indica que el estrecho de Gibraltar fue lugar de paso para los homínidos desde África. (Ojo al dato, no estamos de acuerdo, nota de Tartessos.info)
El trabajo demuestra que estos yacimientos datados inicialmente en el Pleistoceno Superior, entre 100.000 años y 400.000 años, tienen una edad mínima de 760.000 años en el caso de Solana del Zamborino y de alrededor de 900.000 años en el de Cueva Negra. «Este nuevo análisis convierte a Cueva Negra en el yacimiento con industria de bifaces más antiguo de los que se han datado hasta el momento en Europa», según ha explicado Gibert, hijo de Josep Gibert, el paleontólogo que creyó haber descubierto restos humanos en la localidad granadina de Orce, en la misma zona.
La nueva datación de Luis Gibert es el resultado de un estudio geocronológico más amplio que se está realizando en el sureste peninsular que indica que existió una ocupación humana continuada en esta zona. En Cueva Negra se han hallado los unicos restos humanos hasta ahora de la zona, unos dientes de homínidos.
Los bifaces aparecen en África hace 1,5 millones de años y su importancia radica en que se asocian con el Homo ergaster o el Homo erectus, «porque la construcción de herramientas con formas predeterminadas y simétricas implica una mayor capacidad cognitiva», ha apuntado Gibert. Este investigador ha recalcado que la aparición de la industria olduvaiense y achelense más antigua de Europa en el sureste peninsular, que es extremadamente rico en bifaces, indica que «el Estrecho de Gibraltar funcionó como una barrera permeable a los homínidos durante el Pleistoceno Inferior y que probablemente lo cruzaron en varios momentos». Además, la presencia de fauna africana en el yacimiento murciano de Cueva Victoria y la casi total ausencia de bifaces entre el este de Italia e Israel apoyan esta teoría.
«Hasta ahora los yacimientos habían sido datados sólo por criterios arqueológicos por lo que la industria muy elaborada los situaba en una edad mucho más moderna que la real», ha señalado Gibert. En esta nueva datación los investigadores han utilizado la técnica del paleomagnetismo, que permite registrar los cambios que se han dado en la polaridad del campo magnético terrestre a través de sedimentos que tienen minerales con hierro. Por otro lado, en el análisis también se ha tomado como referencia la fauna de fósiles vertebrados, principalmente pequeños mamíferos, que van evolucionando a lo largo del tiempo y permiten la construcción de biozonas para describir la fauna de un periodo concreto. Gibert ha explicado que «en ocasiones los criterios arqueológicos resultan insuficientes, porque los bifaces representan como mucho el 5% del conjunto de un yacimiento y la inexistencia de estos utensilios no siempre indica que tenga mayor antigüedad, sino que lo más probable es que el registro no sea lo suficientemente amplio para contener estas herramientas».