MER-KA-BA, el Acceso a la 4ª Dimensión
Este hecho ocurre cada 13.000 años, cíclicamente. Hace 13.000 años, precisamente, se considera que acaeció el hundimiento de la Atlántida, el cual coincidiría, por ende, con uno de estos pe ríodos de transformación planetarios. Esta vuelta histórica implica que la era actual sea el regreso espiritual de todo aquello que perdimos con el hundimiento de nuestra conciencia en la época de la Atlántida.
El segundo proceso que cofluye es la Era de Acuario, que sitúa a nuestra galaxia en una influencia cósmica totalmente distinta de la que recibíamos en el pasado.
Este cambio de era astrológica hace que nuestro sistema so lar pase por un cinturón de fotones. El cinturón de fotones es una banda que nace del centro de nuestra galaxia y que se puede situar en el horóscopo en los signos polares de Leo y Acuario. La Esfinge egipcia fue construida precisamente mien tras se producía el pasaje de la Tierra por el cinturón de fotones durante el transcurso de la era de Leo, que brindó la oportunidad cósmica para el desarrollo del Egipto antiguo.
El tercer hecho fundamental de nuestro presente planetario es, de acuerdo con diversos vaticinios (los de las grandes re ligiones y de civilizaciones como la maya), la llegada cósmica de una nueva etapa espiritual en la humanidad. Los judíos la llamarán «era mesiánica» -con la apertura de la Jerusalén Celestial-, y los católicos, «segunda venida de Cristo» -que antecede al Juicio Final-.
El cuarto hecho es la construcción de un nuevo planeta alrede dor del nuestro, pero en cuarta dimensión. Este nuevo planeta fue activado públicamente durante el portal 11:11, el 11 de enero de 1992. No me referiré con profundidad en este libro al pasaje concreto y externo de gran parte de la humanidad a un planeta de cuarta dimensión. Sí veremos las condiciones internas que deberemos desarrollar para producir precisamente ese pasaje dimensional.
El quinto hecho es la presenci9 de la nueva raza índigo en el ser humano (ya que no sólo los niños son índigo). Es decir que ya se comenzó a percibir el cambio de conciencia que todos los acon tecimientos anteriores preanunciaron.
El vehículo de luz de nuestro ser o vehículo mer-ka-ba es una parte de nuestro interior que quedó olvidada luego de la caída de la Atlántida, instancia a partir de la cual el ser humano co menzó a identificarse solamente con su vehículo físico. Descendimos nuestra conciencia únicamente al mundo material, con lo cual comenzamos a «morir» (al considerarnos seres fini tos o mortales), y aqu·élla se fragmentó: pasamos a tener dos tipos de conciencia, que nos resulta imposible unir: la que co rresponde a la vida diurna y la que se vincula con la vida nocturna -subdividida, a su vez, entre el dormir con sueños y el dormir sin sueños-o
El «secreto» de la inmortalidad del alma se desperdigó en varias civilizaciones que intentaron no perder el esplendor espiritual de antaño; en ellas se crearon escuelas esotéricas que impartieron a la élite espiritual de la época la instrucción espiritual perdida.
Los egipcios, los hindúes, la civilización andina, los mayas, los cabalistas tuvieron sus escuelas esotéricas que enseñaron estas prácticas. Cada una buscó una forma de meditación que se adaptara al ser humano de ese momento, por lo cual parecen muy diferentes entre sí, pero en el fondo todas bus caron el mismo objetivo: hacer comprender al hombre que su esencia es Luz.
Con el advenimiento de todos los procesos cósmicos que seña lamos al principio, la meditación mer-ka-ba comienza una etapa más que importante. Ya no se trata de recordar un esplendor pasado, sino que la meditación mer-ka-ba reflotará todo el conocimiento espiritual que estuvo vedado en el ser humano para elevar la conciencia de éste desde este plano de tercera dimen sión a la cuarta dimensión.
Para ello la meditación mer-ka-ba se vale de tres herramientas fundamentales:
1. El rescate de información que excede los cinco sentidos materiales, pero que es necesaria para concretar en nues tra vida individual los grandes cambios de conciencia planetaria. En este libro encontrarás toda la información que necesita tu Ser Interno para orientarse en este mo mento y aprovechar plenamente todas las oportunidades de crecimiento.
2.Un gran caudal de técnicas energéticas que aceleran y pro fundizan los cambios internos necesarios para cruzar de dimensión. Por eso no nos atamos a una sola técnica; jus tamente en este cambio de conciencia tendríamos que comenzar a dejar de depender solamente de lo técnico.
3. El tercer elemento de transformación espiritual es tu pro pia síntesis personal entre información y meditación -es decir, entre saber y ser, entre análisis e intuición, entre tu ego y tu alma-.
Tú puedes leer este libro tantas veces como quieras, pero hay mucho más en él que las palabras escritas. Contiene un proceso energético que se libera en ti si permaneces atento a recibir más allá de un texto externo. Contiene la posibilidad de hacerte recordar la conexión entre tu vida física y la vida espiritual donde moran los Maestros de la humanidad.
Este libro es una forma de encontrar esta vía interna y silenciosa hacia el mundo astral superior. Te agradezco por permitirme ha certe esta invitación.
Este texto tiene como misión convertirte en protagonista del cambio, del milagro silencioso de la apertura hacia el bienestar continuo. No te daré consejos de autoayuda; simplemente te ofreceré algunos elementos espirituales para que tú mismo rea lices ese milagro.
1ª PARTE
HISTORIA DE LA MER-KA-BA
Capítulo 1: La mer-ka-ba en la Antigüedad
Hasta la época de la Atlántida, los seres humanos teníamos un contacto estrecho con nuestro vehículo de luz, ya que la mer-ka ba no es ni más ni menos que una parte nuestra. Nos era tan familiar el vehículo de luz como nuestro vehículo físico.
El vehículo de luz es nuestro núcleo de conciencia no sujeta ni limitada a la materia. Es nuestra zona más trascendente, vibran do en comunión con el Cosmos. Contiene en sí misma todas las potencias del espíritu: el amor, la inmortalidad, la elevada per cepción, las experiencias conjuntas de todas nuestras encarnaciones y, por sobre todo, la conexión íntima y directa con Dios.
Veamos con más detalle todo lo que nos permite hacer el vehículo de luz mer-ka-ba:
Recibir instrucción y educación espiritual directamente de los Patriarcas.
Los Patriarcas son una confederación de pueblos que provienen de dimensiones superiores y que tienen como mi sión acelerar la evolución espiritual de un planeta en formación. Muchos de los Patriarcas son de la Orden Mel quisedec, una orden de luz y silencio, íntimamente emparentada con la meditación mer-ka-ba. Ellos se encar gan del entrenamiento de los sentidos y de la concentración para que tengamos un vínculo íntimo y directo con Dios. Trataremos con mayor profundidad el tema de las órdenes en el Capítulo 5.
. Ser parte integrante de la Creación:
Esto es, compartir libremente la presencia energética del campo unificado de conciencia o lo que llamamos «naturaleza».
. Realizar viajes en el espacio:
La realidad del viaje espacial es interna. Era muy fácil para nosotros, antes de la caída de la Atlántida, trasladarnos hacia otro planeta de tercera dimensión, si queríamos com partir un aprendizaje, o de cuarta o quinta dimensión para realizar uno nuevo. De hecho habíamos aprendido a dejar nuestro cuerpo físico descansando en la Tierra y pasába mos largas estadías en otros planetas, capacitándonos. Por ejemplo, si éramos profesores, nos tomábamos un «año s<;lbático» en el Cosmos, adquiriendo experiencia, para retornar con mayor sabiduría a nuestro planeta. Nuestros viajes espaciales actuales con naves externas no son muy productivos: son caros y no vamos demasiado lejos.
Aprender del pasado de nuestro planeta viéndolo directa mente u observar cualquier hecho ocurrido en un pasado inmediato en todo el Cosmos.
La mer-ka-ba es una nave de conciencia que también viaja en el tiempo. Cuando estamos despiertos nos enteramos de todo lo que pasa en el Cosmos, ya que éste es un cam po unificado de conciencia y todos aquellos que lo habitan «viven» cada cosa que acontece, por más remoto que sea el lugar o el momento en que transcurren los hechos.
Ser inmortales, porque la mer-ka-ba es una conciencia con tinua.
Cuando tenemos realmente conciencia de nosotros somos inmortales. La inmortalidad es ser consciente de uno mis mo todo el tiempo. En nuestra tercera dimensión tenemos tres estados de conciencia fragmentados entre sí: la vigi lia, el dormir con sueños y el dormir sin sueños.
Después del hundimiento de la Atlántida, hace aproximadamen te 13.000 años, al usar mal nuestro potencial, fuimos perdiendo Amor. Este trágico hecho marcó la separación y el olvido de nues tro vehículo de luz.
Nos separamos de la Creación y le declaramos la guerra a la naturaleza. Nuestra conciencia se fragmentó y, al dejar de ser «inmortales», comenzamos a nacer y a morir.
Sin embargo, las civilizaciones sagradas llevaron consigo el se creto del cruce dimensional. Los supervivientes no quisieron perder del todo el contacto con la inmensa riqueza del universo y trataron de mantener lo más alta posible la vibración interna antes de olvidar nuestro Ser Interno.
En lugares como la India, Persia, Egipto o los Andes el conoci miento que se estaba perdiendo trató de ser conservado. Se crearon escuelas de transmisión espiritual para que sólo los más preparados pudieran usar el secreto de la vida. La sabiduría que antes había sido pública se tuvo que refugiar para ser transmiti da únicamente a los más puros de corazón.
Estos sitios sagrados del planeta también han tomado la función de mediar entre nuestro Yo Superior y nuestro yo situado en la Tierra. El hombre comenzó a «caer» en su conciencia, conside rándose solamente un cuerpo material. Tan densa estaba su energía que necesitaba peregrinar a sitios sagrados para volver a contactarse con su propia esencia.
En la actualidad, con la posibilidad tangible de activar la cuarta dimensión en nuestra conciencia, estos lugares están pasando a constituir una definitiva conexión con energías provenientes de dimensiones superiores y un punto de contacto directo con el universo físico de cuarta dimensión que sostiene cósmicamente nuestro proceso de crecimiento.
Capítulo 2
Los Patriarcas y sus pueblos en el planeta
A lo largo de su historia, nuestro planeta ha contado con civili zaciones venidas de dimensiones superiores que inspiraron la fundación de pueblos, dieron las primeras señales de cultura, traspasaron su información con respecto al tratamiento de los cultivos, etcétera.
En la memoria de muchos pueblos se conserva la fundación de los Dioses que dieron su guía o dejaron las formas que se tenían que respetar para que la totalidad del pueblo tuviera cubiertas sus necesidades físicas y espirituales.
Los pueblos que fueron fundados de esta manera dejaron pistas evidentes para tener en la Tierra una vida armoniosa, plena y satisfecha. Los sistemas de vida basados en el conocimiento cós mico siempre han asegurado el bienestar colectivo y brindado el mejor marco para que todo aquel ser que lo quiera evolucione internamente.
A nosotros este Capítulo nos servirá no sólo para conecer los principios espirituales que han construido y fundado pueblos prósperos (en el mejor sentido del término), sino también para otros dos fines:
El primero de ellos es comprender que esos sistemas de vida no son el pasado de la humanidad, sino su futuro. Fueron adelantos de una forma de organizar la vida coti diana que nos espera en otros planos de evolución.
El segundo es ver cómo, después del hundimiento de nues tra conciencia de amor en la Atlántida, distintas culturas conservaron el secreto de la comunicación con dimensio nes superiores para enriquecer enormemente la vida de todo su pueblo.
Los Patriarcas nos enseñaron todo lo que precisamos para vivir una vida feliz, es decir, una existencia basada en el espíritu. Su presencia en nuestro planeta fue posible porque Dios le dio a la Tierra la bendición de tener seres con gran curiosidad, lo cual incentivó que siete escuelas cósmicas de conocimiento espiritual se establecieran en nuestro mundo a dar su enseñanza al ser humano.
La enseñanza de estos Maestros estaba basada en hacernos com prender que nosotros somos Dios, entendido desde el punto de vista del Amor. Tenemos en nuestro corazón una chispa divina que se prende cuando recordamos el hecho fundamental de que nuestro Padre y nosotros poseemos la misma identidad. Por eso Yogananda, el gran yoghi hindú, exclamaba: «Mi Padre y yo so mos uno». Tal es el amor que Dios tiene hacia nosotros.
En ese momento de gran avance tecnológico y espiritual, nues tra respuesta fue que ya éramos Dios y que eso nos permitía hacer lo que quisiéramos. Por eso decidimos que no necesitába mos aprender de nadie más y expulsamos a los Maestros Cósmicos, que se mostraban hasta ese momento públicamente.
Nuestra decisión produjo que ellos no se aparecieran más ante nosotros, pero no los llevó tampoco a irse, ya que se comprome tieron a ayudarnos espiritualmente y ese compromiso no se rompe.
Por lo tanto, se presenta una situación peculiar, en la cual los Maestros que provienen de dimensiones superiores y que nos forman internamente se han tenido que valer de medios indirec tos para seguir en contacto con nosotros. Por eso a lo largo de la historia han formado sus grupos secretos o enviado a alguno de los suyos para dejar un nuevo concepto espiritual.
Algunos de ellos aparecieron con un disfraz humano, pero su verdadero origen está en dimensiones superiores. En la actuali dad los llamaríamos «extraterrestres». Algunos ejemplos son Akhenatón y Nefertiti, Moisés, Platón, etcétera.
Nuestro desarrollo tecnológico actual está basado en la materia; por ende, no logra superar ciertos límites. La tecnología que uti liza el universo es de Luz y es inteligente, es decir que emplea la sensibilidad interna más que el aparato externo. Por ejemplo, el delfín tiene desarrollado su propio radar para saber a dónde y cómo viajar. Nosotros dependemos del instrumentQI tecnológico externo porque no tenemos la sensibilidad interna.
En la Atlántida existía el llamado «Templo del Rejuvenecimien to», que permitía que las células físicas no se deterioraran, con lo cual nuestra apariencia era de juventud continua. Cuando un pequeño grupo se adueñó de ese lugar, comenzó a ser inmortal, a diferencia del resto de la población. La esclavitud nacía en nues tro planeta.
Los cristales o cuarzos que existían en la Atlántida desempeña ron un importante papel como transmisores de mensajes a enormes distancias, al comenzar a utilizarse para entrar en la mente de las personas y manipularlas.
Luego de ese momento sólo pudimos usar la tecnología de la materia, empleándose sólo en unas pocas civilizaciones algunos elementos parciales de tecnología de Luz.
UNA TÍPICA CIVILIZACIÓN DE TERCERA DIMENSIÓN
A modo de ejemplo podemos señalar la más representativa de las civilizaciones que no recibieron ninguna inspiración de pIa nos superiores: Roma.
Se trata de una civilización con claras características de tercera dimensión. Su expansión se basó en el poder de su economía, junto con sus construcciones (carreteras, acueductos, etc.). Los romanos fueron excelentes guerreros y conquistadores, y resultaron impiadosos con los’ pueblos sojuzgados.
CIVILIZACIONES QUE SE INSPIRARON EN DIMENSIONES SUPERIORES A LA TERCERA
A las civilizaciones que fueron producto de la inspiración en se res espirituales yo las denomino «sagradas», porque su núcleo es llevar a la vida diaria la armonía de los cielos. Las civilizaciones sagradas fueron, entonces, las que tuvieron en el centro de su vida social, cultural, arquitectónica y comercial al hombre como ser sagrado, con una finalidad trascendente. Toda la vida se es tructuraba sobre la base de esa verdad. Por ello le concedían tanta importancia a la astronomía, pautándose las actividades humanas de acuerdo con el movimiento armónico del cielo.
• Un caso típico es la civilización llamada erróneamente» inca», cuyo verdadero nombre era «Tahuantinsuyo». Se desarrolló a lo largo de 5000 años y fue producto de la fusión de diversos pue blos y de cuatro regiones principales, que se agruparon fundando la capital común de Tiahuanaco. Luego, la presesión de los equi noccios -es decir, la rotación de la .Tierra- modificó la relación de las estrellas con el territorio incaico, por lo cual se cambió la capital por Cuzco.
Todo en esta civilización estaba subordinado a la armonía con el Cosmos y ésa fue la base de su expansión territorial. Por eso no eran guerreros y los pueblos que se iban anexando lo hacían para poder crecer juntos. Constituían verdaderas federaciones.
La falta de tecnología (rueda, hierro, etc.) se suplía con el uso de la naturaleza como propia herramienta de la tecnología de Luz.
Para ello contaban con la colaboración de los amautas. Los amau tas no eran sacerdotes ni gobernantes, si bien aconsejaban a todos ellos. Se situaban por encima de todos, al ser vehiculiza dores de los mensajes interdimensionales que aseguraban el progreso y el bienestar a todos por igual.
Un amauta era recibido con anticipación (se sabía la hora y el lugar de su nacimiento) y era ofrendado, con gran amor, por su familia, a los lugares especiales de los Andes donde ellos mora ban. Su función era resolver mediante la meditación todos los problemas prácticos que iban surgiendo a su pueblo, los runas (verdadero nombre de los incas).
¿Cómo trabajaban? Cuando surgía un problema casi insoluble por métodos terrestres, como desarrollar un cultivo para un pue-‘ blo que vivía en el desierto o un sistema de riego especial, se los convocaba.
En los Andes hay determinados puntos de contacto con dimen siones superiores. Uno de ellos está en el volcán Tumburawa, en Ecuador. En la cima de este volcán hay un lago. Los amautas miraban .ellago y su cuerpo físico se quedaba en esta dimensión mientras su alma iba a un planeta convenido anteriormente para recibir la solución. Al cabo de unos minutos volvían a su cuerpo físico con la respuesta práctica a la cuestión, con todos los deta lles y previsiones para llevar a cabo la obra de que se tratara.
Otra forma de obtener respuestas provenientes de dimensiones superiores era construir una espiral en el piso, como la que se observa en la llanura de Nazca. El amauta comenzaba a desan dar el camino de la periferia hacia el centro de la espiral con un canto. Ese canto no es el de la música andina actual, sino el canto primordial que la antecedió y que era la vibración de en trada al plano dimensional que se quería abordar.
En determinado momento de su recorrido, la conciencia del amauta se.desprendía y su cuerpo físico maquinalmente seguía la línea de la espiral. Cuando el amauta llegaba al centro, la conciencia se volvía a unir al cuerpo físico, reencontrándose ambos con una nueva solución.
Todas estas respuestas eran muy superiores a las que nos brinda nuestra tecnología en el presente. Los sistemas de riego que uti lizan los propios medios naturales son cien veces más fructíferos que los actuales. El sistema de riego en Cuzco, por ejemplo, parte de un lugar que se llama Tambomachay, cuyo curso de agua se mantiene inalterable hasta hoy en día. Hasta ahora no se ha podido averiguar de dónde procede el agua que sale de Tambo machay, pero ella siempre fluye en la misma cantidad, siempre limpia y pura.
La forma de meditación amauta se denomina» mer-ka-ba feme nina». Cuando se utiliza geometría sagrada en forma de pirámide para lograr el mismo fin (como, por ejemplo, en Egipto), habla mos de «mer-ka-ba masculina».
De la misma manera utilizamos, en la meditación mer-ka-ba, las constantes geométricas de la llamada» Espiral Fibonacci» 1 para que nuestra conciencia se desplace sin impedimentos hacia una dimensión superior.
• Otra civilización basada en la cuarta dimensión es la hindú, muy parecida a la andina pero con polaridad oriental. ¿Qué sig nifica esto?
Oriente y Occidente guardan una relación análoga a la que exis te entre el hemisferio cerebral derecho, que es intuitivo, y el izquierdo, que es más racional. Oriente es el hemisferio cerebral derecho del planeta, y Occidente, el izquierd02. Por eso hay civilizaciones que son muy parecidas en cuanto a construcciones, tipos físicos, rituales espirituales, pero que poseen otra polari dad, que las hace diferenciarse aunque en el fondo sean muy afines. En este sentido podemos afirmar que la incaica y la hindú son civilizaciones complementarias.
El contacto con la cuarta dimensión contribuyó a que en la India no se olvidase nuestro origen divino ni la ayuda que los seres que en India se llaman «semidioses» nos proporcionaron al donarnos sus «genes inmortales» dentro de nuestra evolución humana.
• Podemos también citar a Egipto. Los sacerdotes utilizaban el contacto dimensional de la mer-ka-ba para formarse internamente.
Cada templo que bordea el río Nilo tiene una frecuencia que activa la conexión con un planeta de cuarta dimensión.
Por ejemplo, el templo de Luxar se conecta con un planeta de cuarta dimensión que se llama Astrea y que se caracteriza por tener eremitas. Es un planeta de monjes.
Cada templo se relaciona con una escuela cósmica3 distinta y Luxar es un templo monacal; por lo tanto, la meditación hacía tangible el aprendizaje de monjes con una experiencia mayor que la de sus hermanos de tercera dimensión.
De ese templo surgieron todos los grupos de monjes que han ayudado en nuestra historia reciente. El grupo más conocido es el de los esenios.
Una vez al año el faraón tenía la posibilidad de entrar al templo para ser iniciado por estos monjes. El faraón debía implementar en la vida cotidiana estatal lo que los monjes de Luxar habían visto en dimensiones superiores.
Por eso Egipto no precisaba ejércitos ni esclavos. Este pueblo tenía su modelo en una dimensión de conciencia superior.
Otros templos estaban conectados con la geometría sagrada, la arquitectura, la medicina, la astronomía, etcétera.
Todos los datos que provenían de cuarta dimensión eran utiliza dos cotidiana mente para sacralizar cada actividad.
Otro lugar fundamental de la presencia de la mer-ka-ba son las Pirámides de Gizeh, específicamente la Gran Pirámide. Ellas son un sitio clave de iniciación espiritual.
La pirámide es una verdadera mer-ka-ba viviente; es una nave de conciencia que nos traslada a las regiones más altas del Universo y luego nos conecta nuevamente con la realidad en la cual está situado nuestro cuerpo físico, como veremos en el Capítulo 5.
Fue utilizada como templo de iniciación, es decir, para tomar otra vez contacto directo de conciencia con el Cosmos, y sus adeptos fueron constituyendo los grupos espirituales más cono cidos, como, por ejemplo, el de los ya mencionados esenios.
En la actualidad se puede usar la pirámide como mer-ka-ba pla netaria, esto es, como punto de contacto entre nuestro ser en tercera dimensión y la vida que transcurre en dimensiones supe riores de luz.
Al abrir nuestro vehículo personal de luz o mer-ka-ba podemos comenzar a comprender el rol actual que tienen los grandes tem plos de la humanidad.
• Otra civilización que ha recibido su sabiduría de los Patriarcas es la de la actual isla de Gran Bretaña. Si observamos su mapa veremos que dicha isla es un tercer ojo abierto, con la glándula pineal planetaria desarrollada justo en el medio del mapa o O grados de Greenwich, haciendo de unión o gozne activo entre las energías de Oriente y Occidente.
Todo suceso espiritual que ocurre en el planeta es recibido en ese ojo abierto, que es la central energética de nuestro planeta de tercera dimensión.
Por eso las construcciones circulares que quedaron, levantadas hace miles de años, con mucha anticipación a otros pueblos que vivieron en la isla, tienen especial importancia; tal es el caso de Stonehenge. Todas ellas se completan con la aparición actual de los círculos de cosecha o crop circles, que envían información geométrica recibida de todos los lugares del mundo para que veamos, con la codificación geométrica, nuestro avance o las futuras tareas espirituales que tenemos que afrontar como raza.
ORIENTE Y OCCIDENTE, HEMISFERIOS DERECHO E IZQUIERDO: DOS MANERAS DE ACERCARNOS A LA VERDAD
En la actualidad podemos hacer la síntesis de todas las enseñan zas registradas en la humanidad en estos últimos 13.000 años de historia para poder reencontrarnos con nuestra esencia ne gada durante tanto tiempo.
Por lo tanto, debemos en nuestro interior hacer una síntesis en tre Oriente y Occidente. Cada uno es parte de nuestro ser. Oriente es lo imperecedero, es la Verdad que siempre será. Occidente es la interpretación nueva que se da a esa Verdad.
Cada 300 años Occidente realiza la tarea de remozar el mensaje espiritual del mundo.
Oriente es la miel y Occidente el panal. Oriente es inmortal y Occidente está siempre naciendo. Juntos realizan la misma y única tarea: revelarnos quiénes somos en realidad.
Lo mismo sucede en los hemisferios de nuestro cerebro. Ellos comienzan a entenderse desde una nueva base y una creciente coordinación.
A través de nuestro hemisferio derecho nos conectamos con la Verdad imperecedera, mientras que el hemisferio izquierdo nos brinda la expresión de lo eterno en el mundo cambiante, dando la pauta creativa.
En la meditación mer-ka-ba la clave de acceso al hemisferio iz quierdo mora en nuestro corazón. En nuestro corazón se une la sabiduría que los Patriarcas nos han confiado para conducirnos hacia nuestra morada espiritual.
(1) Véase Wikinski, Bernardo, Mer-ka-ba: vehículo de ascensión a la cuarta dimen sión, Kier, Buenos Aires, 2002, p. 84.
(2) Más adelante, en este mismo Capítulo, analizamos con mayor detalle la relación entre Oriente y Occidente.
(3) Véase, respecto de la escuelas cósmicas, el Capítulo 5.
-Continuará –