Remedios de Oro Silencioso 1ª parte
Cuerpo mente y espiritu. Eric Rolf, creador de la Medicina del Alma, nos sorprende ahora con el lanzamiento de unos remedios alquímicos denominados “Remedios de Oro Silencioso»
Se trata de unos elixires cuya base es agua destilada a la que le ha cambiado la estructura molecular y que tiene como ingredientes multitud de componentes, con una base de gemas y minerales, más distintos elementos energéticos, incluyendo la impresión de distintos estados elevados de conciencia. Asegura que aunque ha sido diseñado para marcos profundos de atención creativa y conciencia, su efecto también se deja sentir en el ámbito físico y, por tanto, como remedio para trastornos a todos los niveles.
Nacido en Nueva York en 1936, este místico y sanador lleva más de treinta años difundiendo una teoría de bienestar personal y sanación que agrupa bajo el término de La Medicina del Alma. Un paradigma que parte de la premisa de considerar a la enfermedad, e incluso a los accidentes, como una fórmula que emplea la vida para comunicarse con nosotros. En este sentido, Eric Rolf afirma que la única enfermedad que en verdad podemos denominar como tal sería una especie de sordera espiritual. Si atendiéramos a las comunicaciones de la vida, que lo hace en primer lugar con susurros, ésta no tendría que elevar la voz, que para Eric Rolf la enfermedad es un grito para que reparemos en sus mensajes. Comunicaciones que asegura son entendibles sirviéndose de sus dos pilares que ha denominado Idioma Creativo Interior y Código Secreto del Cuerpo. El primero postula que el vocabulario que emplea la vida está compuesto de los acontecimientos que hemos experimentado en la vida, interpretados de forma metafórica. Eric afirma que los acontecimientos materiales tienen más sentido como metáfora que como realidades objetivas en sí mismas. El segundo, establece un mapa de nuestro organismo otorgando a cada órgano, y por tanto a cada enfermedad, un significado de comunicación específico. Así, por ejemplo, una enfermedad en las vías respiratorias indica un problema de auto aceptación, que mediante una introspección puede ser analizado hasta encontrar su momento concreto de bloqueo y, por tanto, la raíz para ser asimilado de forma diferente y que su manifestación en tanto enfermedad desaparezca.
Tras muchos años difundiendo este paradigma con resultados sorprendentes, ahora Eric Rolf asegura que los Remedios de Oro Silencioso son el fruto a todos esos años intensos de recorrer el mundo dando a conocer sus postulados. Unos remedios alquímicos que considera que abren una nueva vía, siendo una profundización y salto de valor cualitativo sobre sus dos antecedentes modernos, como son la medicina homeopática de Hanneman y los remedios florales de Bach y otros.
– ¿Cuándo surgen estos remedios?
– Se han creado de forma física a principios de este mismo año, y es curioso que coincidiendo no sólo con el cambio de siglo sino aún de milenio. Estoy convencido que hemos entrado en una era acuaria, y no me refiero al signo astrológico de Acuario, sino a una época en la que estoy seguro que todo lo que llamamos medicinas o remedios tendrán como base alguna manipulación del agua. De sobra está que recuerde que el ser humano está constituido de forma casi absoluta por agua, un elemento que es la metáfora de las emociones y que nos recuerda que nuestro camino espiritual en este mundo es el de sentir. Estos remedios están diseñados para equilibrar niveles profundos de nuestro ser, para estados de conciencia y para potenciar nuestras cualidades. Me gusta decir que son como luz líquida, que ilumina aspectos interiores, con lo que su traslación a otros niveles, como el físico, es casi inmediata. Son el fruto de la maduración de la Medicina del Alma, en la que no hablamos de enfermedades nada más que como una forma de entendernos, sino, ante todo, de comunicación.
– ¿Cómo surgen estos remedios?
– Son la maduración y un salto cualitativo sobre la medicina mineral, que desde hace bastante años había utilizado y desarrollado. Me gusta decir que el agua tiene el secreto de toda la vida. Cuando se habla de que el conocimiento está dentro de nosotros es cierto, está dentro del agua y si eres casi todo agua tienes todo el conocimiento dentro de ti. En el fondo no necesitamos nada, sólo poner atención a lo que ya está dentro de nosotros, y en este sentido los Remedios de Oro Silencioso, por sincronicidad, apoyan tus aspectos más interiores, como la apertura de la conciencia y que por correspondencia el cuerpo vuelva a un estado natural de equilibrio y armonía.
– Usted afirma que estos son los únicos remedios interactivos que existen, ¿a qué se refiere?
– Si estuviéramos hablando de un medicamento o un fármaco pudiéramos hablar de sus ingredientes psicoactivos, pero esto es otra cosa. Aquí lo que es activo es la conciencia, primero del alquimista, segundo del terapeuta y, tercero, de la persona que lo utiliza. Se puede decir que estos remedios se activan tres veces o a tres niveles. Primero cuando se preparan que, incluido entre sus ingredientes están activados con niveles elevados de conciencia. Después cuando el terapeuta lo recomienda y lo prepara para una persona, que se puede decir que lo activa para esa persona en particular a través de un proceso simple que dura aproximadamente un minuto. La tercera activación la realiza el propio usuario, que antes de administrárselo por primera vez se sienta con el remedio, cierra los ojos, se pone a respirar por la nariz conscientemente durante tres minutos y visualiza como la esencia de este remedio la va absorbiendo. Este ritual de activarlo o cargarlo por el usuario también se puede ver como una metáfora de una confirmación de que esta recibiendo y aceptando el mensaje del remedio, entablando una relación con el marco de consciencia que cada uno de ellos abarca y que tenemos en nuestro interior. Se establece una conexión mutua y, me atrevo a decir, que una resonancia a nivel universal.
– ¿Definiría estos remedios como científicos?
– No. Esto no tiene nada que ver con ciencia, tal y como se entiende en la mayoría de los casos hoy en día. Esto es arte. Ahora, vale la pena decir que el arte siempre ha ido por delante de la ciencia. Esto está muy claro en la Medicina del Alma, que desde hace treinta años vengo repitiendo que no es ciencia sino arte, un paradigma de creatividad y comunicación. Una percepción visionaria, que tiene efectos en relación con lo que llamamos el cuerpo y las enfermedades, pero el paradigma de la Medicina del Alma no tiene nada que ver con el paradigma de la medicina alopática. De igual manera, estos remedios son creaciones artísticas, basadas en otra visión del mundo y de las posibilidades del mundo. Si se relacionan con algo es con lo que conocemos como alquimia.
– ¿Qué tipo de alquimia?
– Yo los defino como alquimia acuaria. En los últimos cuatrocientos años se ha desprestigiado la alquimia, tratándola como mucho de un antecedente de la química, cuando en verdad es la ciencia verdadera. Esta última época de oscuridad ha estado marcada por una concepción de la ciencia muy materialista, cerrada e inconsciente. Sin embargo, desde hace poco se están abriendo paso nuevas concepciones aún dentro de lo que llamamos científicos. Los físicos cuánticos están llegando a conclusiones que desmoronan la base de lo que aún hoy entendemos por ciencia, como que el observador cambia el experimento que observa, que los electrones actúan como si tuvieran conciencia o que el universo es creativo y no continuo. En definitiva, están llegando a proponer una relación con la vida más artística, no de conquistador y conquistado, pues la naturaleza no es algo para conquistar sino para relacionarse. En este sentido, los alquimistas siempre han trabajado sobre campos como las energías y con propósitos como la transmutación. Han entendido que la clave, como ocurre con los Remedios de Oro Silencioso, no es que el remedio “te haga algo”, sino que potencie las cualidades que ya están en la propia materia o persona, de forma que se produzca una transmutación. Así, estos remedios entablan una relación de comunicación con los aspectos que han quedado bloqueados en tu persona y que son la causa, por decirlo de alguna manera, de que tengas disminuidas algunas de tus facultades y esto se materialice en problemas de salud, pero no para “conquistar” estos aspectos, para eliminarlos o reprimirlos, sino para que salgan y así puedan transmutarse.
– ¿Cuántos remedios de Oro Silencioso hay?
– En este momento once, aunque el proceso no está concluido y seguro que serán más. El primero que surgió es el que denomino “Remedio universal”, que forma parte de todos los demás. Tiene una energía impresionante. Cada uno de nosotros es un ser multidimensional, un conjunto de mundos, por darte un ejemplo. Cada remedio es como si fuera un mundo concreto y la consciencia de ese mundo, así que cuando lo estás utilizando, tomándolo, es como si de cierta manera te estuvieras alineando con ese mundo o haciéndote consciente de él. Dicho de otra manera y utilizando una metáfora, es como si cada mundo tuviera su Dios y cada remedio fuera la deidad del mundo a que corresponde su campo de acción. En el caso concreto del “Remedio universal”, tiene la energía de la ausencia. Es decir, lo que precede a todo, lo que algunos pudieran llamar Dios. Así su campo de interacción es universal, actuando sobre los estados de conciencia pura.
– ¿Cuál es su correspondencia física?
– El remedio Universal sirve para todo. Es como una vitamina más que un medicamento. Potencia al ser más que combate algún aspecto físico. En este sentido es poco específico, excepto su beneficio para los ojos o para actuar sobre deficiencias de la piel, como la psoriasis. Me gusta emplear el ejemplo de una persona que tiene miedo a la oscuridad y un cuarto oscuro. Estos remedios no actúan sobre el miedo a la oscuridad sino que son como una luz que ilumina la oscuridad misma. Y si uno se pregunta dónde va en ese momento la oscuridad diré que a ningún sitio, pues ésta no es nada sino la ausencia de luz, con lo que la fobia a la oscuridad de esa persona desaparece junto con ella.
– Háblenos del remedio que denomina “Diciendo sí”
– Su campo de relación es básicamente con la auto aceptación. Si lo que llamamos caminos espirituales tienen una meta o algo que le es intrínseco a todos, eso es la auto aceptación, cuya traslación física está íntimamente ligada con la respiración y con todos los órganos del sistema respiratorio. La auto aceptación no es una aceptación inicial de tu personalidad, eso viene después. La auto aceptación empieza en el ámbito espiritual, porque ésta es la esencia de la persona. La vida es para vivirla y nuestra espiritualidad para aceptarla. En el momento que tu te arriesgas a desarrollar tu faceta espiritual hay otra aceptación y acabas, por último, por aceptarte también en tu personalidad. En este sentido, es más fácil aceptar el embalaje ya sabiendo que dentro hay algo divino.
La auto aceptación ayuda a pasar por “el qué dirán” y el “qué pensarán”, va más allá de la identidad egoísta. Se produce cuando uno pasa de tener un “yo”. Como dijera Jesucristo, para encontrarte te tienes que perder. La auto aceptación es tal cual. Cuando uno se dice sí a uno mismo, se cambia interiormente y también a su cuerpo, que sería un poco como comprarse un coche nuevo. La auto aceptación es incondicional y una de las resistencias a ella es el ego. Es curioso que tanto los homeópatas como los terapeutas de los remedios florales recomienden que se administren sus preparados colocándolos debajo de la lengua, en el paladar inferior, que es lo mismo que yo indico para los Remedios de Agua Sagrada. Ellos dicen que porque en esa zona hay una mayor sensibilidad y absorción, pero la razón nuestra es que la zona donde se esconde el ego es en la lengua, por lo que colocar las gotas bajo ella es como ponerlas en la puerta de atrás y esquivar el ego.
Es curioso que un obstáculo a la auto aceptación es pensar en viejas heridas, muchas de las cuales son pataletas, pensar que la vida o determinadas personas te han hecho daño. En este sentido, sólo respirar sirve para eliminarlas, y recuerda que al inspirar, aceptas la vida, mientras al expirar contribuyes a los demás, creas mundos, se puede decir. Una de las cosas que se nota con este remedio es que el ruido también se puede equilibrar, estimula el silencio, una especie de distancia, como que estas observando, que estas en el mundo pero no eres del mundo. También anima o apoya para que crezca la intuición y una mejor conexión entre el impulso y la acción. Se podría decir que este remedio está hecho para aceptar que en el comienzo Dios río y que hay mucho humor negro.
Su traslación física incumbe a cualquier tipo de condición pulmonar o respiratoria, desde una bronquitis a una neumonía o al asma, y para aliviar varias condiciones de los ojos, incluyendo el glaucoma. También afecta a todos los orificios y sinos de nuestro organismo y sirve para personas que son negativas o cínicas, en tanto mejora su conexión con el interior, para que estén presentes en el momento, para observar sin juzgar, conocer más el silencio, reducir la seriedad e incrementar el buen humor, para poder escoger y decidir. Asimismo, está indicado frente a las depresiones, el insomnio y para potenciar la relajación.
Autor: Jesus León – Medicina del alma