Volvamos al Primer Mandamiento.
Te lo enseñaré.
Sí, ya sé que lo conoces, pero estás en camino de ingresar a un más alto nivel de conciencia.
Las verdades, igual que las parábolas, significan algo cada vez más elevado a medida que sube nuestro nivel de conciencia.
Ahora, el Primer Mandamiento podría comprenderse de esta forma:
Claro, porque Dios habita en ti. La Voz del corazón es la Voz de Dios. Pero podemos avanzar todavía un poquito más. Ese Mandamiento, así como te lo acabo de mostrar suena como si alguien te estuviese dando una orden, ¿verdad?
Y si tú eres expresión de Dios, ¿quién podría ordenarte algo?
Entonces, veámoslo de una forma más parecida a como lo usan los Magos:
¿Sientes cómo las verdades generan cierta «electricidad» en tu cuerpo?
Entonces vas por muy buen camino. Esta no es una escuela de filosofía. Aquí trabajamos con ENERGIAS. ¿Te dio miedo ese Mandamiento? ¿Es peligroso? Tienes razón. Es más peligroso que un mono en el Trono del Reino.
Si lo toma el simio, que es el ego… qué terrible espectáculo ver a un ser inexistente, hecho de humo mental, creyéndose Dios.
Pero si dices «NO HAY MAS DIOS QUE YO» dejando que sea tu Dios Interior quien lo exprese, ¿dónde está la mentira? Si logras dejar tu ego de lado, entonces no hay problema. Pero no temas a tu ego. Algo mucho más grande y poderoso hay en ti… Si temes a tu ego, lo agigantas.. Donde hay temor, no hay Amor. Donde no hay Amor, no hay felicidad.
Y la Magia Blanca nace de la felicidad del alma. No temas decir «NO HAY MAS DIOS QUE YO».
Jesús dijo «mi Padre y yo somos uno». También dijo que mayores cosas tú podrías lograr. ¿Por qué ese temor a ser uno con Dios? En el fondo, siempre lo has sido. Tal vez temes porque tu Dios no es el Amor. Al Amor no se le teme.
Te diré algo: Ese Dios, al cual imploras, adoras, buscas y temes, ese dios eres tu mismo. El dios de «allá arriba» no existe, créeme. Eso es una ilusión de la tercera dimensión de conciencia. Si algún poder tiene sobre ti, tú se lo das. Tú lo creas, tú le das poder, tú te castigas o te premias. «Tú la Luz; tú la Lámpara», enseñaba el Maestro Buda. «Tú eres Aquello», enseñan los libros antiguos. Tú creaste, ayudado por las historias que te contaron, a ese «Verdugo bueno pero terrible» al que tanto temes. Lo tienes como un ídolo plantado delante de tu Dios Amor.
Y con eso violas el Primer Mandamiento. Has creado un dios ajeno a ti mismo. ¿Dices que «todo el mundo» cree en él?…Claro, por eso «todo el mundo» desconoce la Magia; por eso los Magos son tan pocos… Esta es una Escuela de Magia Práctica.
Pero este Camino es sólo para almas dispuestas a jugársela por realizar lo que sueñan, por salir de una vida llena de limitaciones y mediocridades. Sin aterrorizarse por lo que puedan encontrar cuando descubran una verdad más amplia. Sin espantarse por todo lo hermosa y maravillosa que ella pueda ser… ‘ Porque hay almas que se aterrorizan cuando se encuentran con Caminos en los cuales no hay terror.
Pero los Caminos de Dios, mientras más elevados, más hermosos, menos «terrorismo espiritual». Aquí no hay «homicidios rituales», «quema de brujas», Apocalipsis ni martirio. Aquí, lo único que se debe sacrificar es el sufrimiento. Quien quiera seguir este Camino, en esta Nueva Era que se inicia (para ti, si es que decides eso), que arroje su madero de tormento y que esté dispuesto a ser feliz.. Que renuncie al sufrimiento, a la miseria, a la enfermedad y a la esclavitud.
El Amor ya no está en la cruz.
Quien quiera seguir el Camino de la Magia, que no se aterrorice con la Libertad, con la Felicidad ni con el Amor. A esta Enseñanza no puede ingresar el temor. Porque, así como el Amor es Dios, el temor es el demonio mismo. El temor es un dios ajeno plantado delante del Dios Amor. Porque donde hay temor, no hay Amor, no hay Dios. ¿Qué es el temor, sino dudar de la Bondad de Dios? Aquí no pueden ingresar dioses ajenos, así que si no puedes respetar el Primer Mandamiento, es mejor que dejes hasta aquí la lectura y continúes entregándole tu dinero al doctor y a los aseguradores y continúes implorando quejumbrosamente ayuda divina. Cerrando empecinadamente tus ojos a la realidad de los Poderes Divinos que Dios ha puesto en ti.
Tal vez te cause temor pensar que Dios pueda ser tan bueno que comparta contigo su Divinidad. Sin embargo, así es el Amor. Y si tú fueras Dios, ¿no le darías la oportunidad a tus hijos de ser como tú? ¿Por qué entonces piensas que El es menos bueno que tú?
Tal vez sucede sencillamente que no quieres ser feliz. Porque el sufrimiento se puede transformar en un pegajoso vicio. Para algunos, la infelicidad y el lamento son un hábito muy agradable… El «vicio de sufrir» puede encontrar magníficas justificaciones.
Se cierran minuciosamente todas las puertas hacia una vida mejor, utilizan todos sus recursos para que les vaya mal en todo. Hacen lo imposible por «castigar al culpable», que puede llamarse padre, novio, esposo, madre, novia, esposa, patrón, hermano, sistema o Dios mismo inclusive. Porque hay quienes utilizan sus Padres Creadores para castigarse y para atormentarse y luego decirle a Dios «¡qué malvado eres conmigo!»… Esas personas, o se dan cuenta que se están haciendo trampas a sí mismas, perjudicando de paso a los demás, y deciden cambiar e intentar seriamente ser felices, o abandonan este Templo.
Este Camino es sólo para quienes se sienten realmente hijos del Amor; por lo tanto, desean la belleza, el bien, la abundancia y la felicidad en sus vidas. No desean dañar a nadie causándose sufrimiento. No son tan malvados…
Este Camino es sólo para quienes se cansaron de continuar apoyándose en limitaciones imaginarias y temores falsos y de crearse desdicha y decidieron pararse ante sí mismos como verdaderos hombres o verdaderas mujeres y tomaron el timón de sus vidas y dejaron de buscar fuera de ellos lo que está dentro de ellos y decidieron luchar por obtener aquello que su Dios Interior les ha pedido luchar por conseguir.
Pero a ninguno ha llegado «por casualidad» este libro a sus manos. Su Dios Interior se lo acercó. Porque, igual como no te gustaría ver a tus hijos desdichados, tampoco El quiere verte así. Pero El no te puede obligar a ser feliz. Porque respeta tu Libertad.
¿Qué significa eso? Que si tú deseas algo y consideras que está bien, entonces realízalo, obténlo. Es Mandato Divino. Tú te lo ordenas. Pero si no te atreves porque tu tía o algún libro o «todo el mundo» opinan que «no está bien» o «es imposible», entonces estás faltando al Primer Mandamiento.
Tienes otros dioses aparte de ti. Tienes dioses ajenos llamados opiniones ajenas, creencias ajenas, teorías ajenas, costumbres ajenas, temores ajenos, imposiciones ajenas o supersticiones ajenas. Eso es faltar a tu Dios, a ti mismo. Si crees que realizar tus sueños es «pecado», es tu elección pensar así. Aquí se comienza con no faltar a la Ley Universal del Amor. Respetándola, consigue lo que quieras. Si crees que a Dios le gusta verte pobre, enfermo y débil, qué malvada idea tienes acerca del Buen Dios Amor…
El Amor desea todo el bien, toda la dicha, todo el poder, toda la Libertad, la belleza, la satisfacción, la abundancia, la salud y la riqueza en todos los sentidos para todos sus hijos. Así es el Amor, así eres tú mismo en el fondo. Comprender eso es comprender realmente la primera Ley en el Camino de la Magia Práctica, la Ley del Amor. Cualquier otra idea acerca de Dios, en este Camino, no sirve. Es un dios ajeno.
Ya está suficientemente dicho: el sufrimiento es un camino que cada cual se elige cuando no elige el Camino del Amor. Si eso no fuera así, entonces el sufrimiento sería caprichosamente enviado por Dios, el «Gran Tirano del Universo»… Es cierto que el sufrimiento es un gran maestro, pero está reservado a quienes no han llegado al Supremo Maestro: el Amor.
El Supremo Maestro sólo quiere que tú, su hija o hijo, seas feliz.
Volvamos a lo que te gustaría conseguir. ¿Qué tal la Iluminación? ¿No eres tan aficionado a ese tipo de cosas? Bien, entonces, ¿qué tal un buen automóvil? ¿Que cómo se me ocurre decir eso? Es un ejemplo. A cada uno lo suyo. Aunque, si necesitas un automóvil, pero tú consideras que Dios estará más complacido contigo si te ve en un autobús, esa es tu idea del Dios Amor. No has comprendido todavía la Naturaleza del Amor. Poco futuro tienes entonces en este Templo. ¿Demasiada miseria en el mundo como para permitirse bienestar?
La miseria de tu mundo no se soluciona si tú eliges transformarte en un pobre más. Mejor eligieras ser un rico que ayuda a la humanidad; porque con más recursos podrías hacer más cosas… Uno de los peligros de estos Caminos consiste en despreciar a quienes no han logrado todavía llegar a nuestro nivel. Cuídate. No desprecies al pobre ni al caído pensando que tú ya saliste de allí. Aquello que despreciamos, no lo hemos superado, por eso, es posible que tengamos que volver a vivirlo…
La comprensión, eso es otra cosa. No desprecies al pobre ni al caído, pero tampoco les idealices (no seas «extremista mental»). Tampoco idealices al rico ni al que aparenta ser puro y casto. Algunos pobres sólo se lamentan y extienden la mano; otros pobres, con una mente más positiva encuentran cómo salir de sus necesidades. Así ha sucedido con personas, naciones y humanidades enteras… Y no todos han sido unos «sucios cerdos»; aunque hay otros que… Si tu patrón te tiene esclavizado, pero tú no te atreves a salir de esa situación porque tienes TERROR de no encontrar otra cosa, así será… Pero si buscaras en tu interior, en tus hermosos sueños, encontrarías para ti caminos nuevos, diferentes, sin imitar a la mayoría y sin piraterías.
Todos lo somos, pero pocos lo aceptan. Los más imitan a la mayoría. Transitan los caminos del montón y viven la suerte del montón. Su Dios no se llama Amor; se llama «Mayoría». En cada persona ha puesto Dios una «Joya Diferente». Si tú descubrieras la tuya sería una bendición para tu vida y para la de los demás. Porque Dios tiene Algo que realizar a través de ti… y las realizaciones divinas son siempre una Joya, un gran Éxito. ¿Qué quiere Dios a través de ti? Busca en tus más hermosos sueños. Eso es.
Entonces las opiniones de los demás son tus dioses ajenos. ¿Qué otra excusa para no vivir feliz? ¿»No se puede» conseguir un automóvil? ¡Sea! En tu mundo, tú mandas. ¿Un automóvil no es una buena manera de lograr realización personal? (…Otra vez…) ¡ES UN EJEMPLO! Que cada cual elija lo que quiera. (Se rumorea en estos Elevados Planos que no es la maldad ni el egoísmo lo que causa la infelicidad en el planeta Tierra, sino la falta de imaginación…) ¿Es otro tipo de cosas lo que deseas? Perfecto. ¿Qué excusa tienes para no conseguir ese otro tipo de cosas?… ¿Quieres ser un gran basquetbolista, pero no tienes piernas? (…En estos Elevados Planos se equivocan. También falta sensatez…) En esta Escuela de Magia, al igual que en una escuela de cualquier cosa, se avanza gradualmente. En las primeras lecciones de una escuela de pintura no se comienza por pintar una Monna Lisa, sino por unas manchitas. (¿Es necesario decirlo? Ah, esto va para la Tierra. Sí, es necesario…) La construcción de piernas, la Alquimia y la Inmortalidad son logros que obtienen los alumnos más avanzados de esta Escuela, en la cual estamos por el momento en una especie de «pre pre kinder». Pero alguna vez hay que comenzar.