TARTESSOS: TESIS OFICIALISTAS

 
                                                     

KRONOS - EL IMPERIO ATLANTE

 

  Jose Luis Garcia Feliu

 

  LOS LIGURES

 

 

 

 

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LA LENGUA DE LA QUIMERA

El Concepto "nt"

El "conocimiento posible" - "nt", parece un concepto sencillo, directo y hasta amable, y sin embargo se encuentra en el origen de una corriente de pensamiento, de un dios-río que bajo diversas formulaciones ha llegado hasta nosotros con más pena que gloria.

Lo encontramos en la filo-religión hinduista como coartada de la sociedad de castas, donde la pertenencia a una u otra casta depende de la "cantidad" de conocimiento posible que tenemos de nuestro Verbo.

La encontraremos en el Cáucaso a partir de la irrupción de las Kirke con Yoqtan a su frente, y la encontramos en la Atenas que condena al ostracismo a Sócrates por demócrata.

Y por supuesto la encontramos entre los Farona herederos de los reyes Atlantes.

La situación no mejorará sensiblemente con el código legal romano ya que éste introduce la herencia con la propiedad privada como elemento distorsionador, y así asistiremos a la aparición de las sociedades estamentarias en la alta y baja edad Media.

Con la trata de esclavos dará paso a los sentimientos xenófobos y estos unidos al principio diferenciador impuesto por Abraham y consagrado por Moisés dará paso al estrecho, mediático e imbécil concepto de "nación". Unos y otros, malversaciones de los conceptos "eo" y "nt".

Pues qué resultados podemos esperar cuando al Verbo que encarnan se les quita su dependencia intrínseca del sentido común. Pero volvamos a los orígenes, cuando el "origen del nt" -onto- era el sentido común: P-onto.

La n refugio contenedor en la Lengua de la manifestación del Verbo, lugar donde y desde donde se pone de manifiesto en nuestra oración, idea o pensamiento, encarna por esta razón al conocimiento como sonido pronunciado.

Los hombres que estaban creando nuestra Lengua fueron conscientes desde muy pronto del peligro que este concepto encerraba, mientras se mantiene como "nuestra n" la referencia no deja dudas y estamos ante la palabra que contiene al Verbo en el discurso de la Lengua, estamos en el mar que contiene a la gorgona Medusa.

Pero cuando a ese concepto lo desligamos de la Lengua y por ende de la actividad que lo suscita y lo hacemos estrictamente nuestro como individuos contenedores del Verbo, estamos iniciando un camino en el que debemos movernos con suma precaución y midiendo mucho cada paso, como nos advierte Jápeto, para no meternos en las tierras movedizas que fuera de los límites que tienen al sentido común como arcén de la ruta, son el terreno de lo posible y el mundo de lo posible en relación a la esencia constitutiva del Verbo en su "eo" es un pantano de muy difícil navegación. Si continuamos por esa senda no sólo habremos situado al "eo" en nosotros sino que además pretendemos ser conscientes del "conocimiento" que es su manifestación en "nuestra n" como algo posible: "ant". Y ese camino lo abrió al colocar su "ant" en su "eo": Anteo.

Y así un concepto que nació con voluntad de operatividad pasó a ser un concepto diferenciador entre aquellos que son auto consciente de su Verbo y aquellos que sólo lo conocen por delegación, verdadero dislate pseudo filosófico, padre de religiones e ideologías totalitarias que los Kure combatieron y pusieron más de una vez en su lugar.

Con la aparición del concepto "nt" asistiremos a un divorcio ideológico en la historia y en la sociedad donde hizo su aparición de terribles consecuencias.

A partir de este momento encontraremos tres posturas claramente definidas, de un lado los Atl-ant-es (fundamentalmente Keras) que dicen: como el Verbo me ha escogido a mi a través de la conciencia de mi "eo", "in" del Verbo que en mi habita, esto me diferencia y coloca en situación de superioridad respecto a aquellos que sólo conocen por delegación mía, y si en mi se manifiesta el Verbo y el Verbo es el origen de la Ley, yo soy el origen de la Ley.

Los Kure-tes (habrá Kures, Keras y Kires) dicen: como el Verbo habita por igual en todos los hombres sean conscientes o no de él y el Verbo es el generador de la Ley, la Ley es la misma para todos y todos somos iguales ante la Ley. La Ley es "on", está "oculta y viva" y es "en" es "oculta y fijada", es el León de Nemea.

Entre unos y otros se creará un tercer "río" de ideología estamentaria, son los Centauros (keras y Kirke).

 

 

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