Las Claves de Enoc

«Quitad las sandalias de vuestros pies porque el lugar donde estáis de pie es suelo santo». Exodo 3:5.

Por J.J. Hurtak. Del Libro «Las Claves de Enoc».

Introducción

Mientras estaba en oración invocando el Nombre del Padre, pidiendo saber el significado de la vida y la razón por la que fui llamado al mundo, mi cuarto se llenó repentinamente de un tipo de luz diferente. Y en la presencia de esta «Luz» un gran ser se paró frente a mí quien anunció ser el Maestro Ofanim Enoc. Este ser tenía tanto Amor y Luz que me sentí como un niño en la presen­cia de este Maestro Ofanim divino.

El Ser me preguntó si estaba listo para ir con él al seno del Padre y contesté que lo estaba. Y con eso un gran campo de Luz fue puesto alrededor de mi cuerpo y me apresuré hacia arriba, hacia los cielos; primero hacia una región de estrellas llamada Merak y Muscida. Y mientras estaba en esta región de los cielos se me habló acerca de la Tierra y de mi hogar temporal sobre ella.

Se me dijo que quienes gobiernan el poder sobre la Tierra son los que han caído de los cielos superiores y ahora moran en las estrellas conocidas por el hombre terrestre como la Osa Mayor. Desde este portal umbrálico controlan uno de los principales puntos de entrada a nuestro sistema local desde los cie­los superiores.

Vi cómo los Maestros de ciclos previos fueron arrojados a estas estrellas desde donde ahora gobiernan los mundos planetarios inferiores y las penalidades kármicas que les fueron asignadas a cada uno. Se me mostró cómo la Tierra formaba parte de una zona de prueba bioquímica que usa tanto for­mas-pensamiento divinas como caídas para determinar qué tipo de inteligencia podría finalmente liberarse de las incontables rondas físicas de existencia con­troladas por las jerarquías caídas que habitan la región de la Osa Mayor, la Osa Menor. Polaris y Thubán. Estos reinos son habitados por seres en cuerpos imperfectos de Luz, que usan su poder para establecerse como dioses en los reinos inferiores.

Fui tomado desde esta región de las estrellas a la estación de Medio-Camino de Arturo, el centro de programación principal del Consejo galáctico que sirve al Padre en este lado de nuestra galaxia y que está bajo la dirección del Consejo de los Nueve – el cuerpo gobernante de nuestro universo local. Ahí se me mostró el sistema reticular y las cortes usadas por las Hermandades espirituales que determinan las decisiones concernientes a los planetas involu­crados en nuestra región del espacio.

De Arturo fui llevado a través de una serie de teselados que parecían ser de una densidad «Lumínica» diferente, donde se intersectaban campos concéntri­cos múltiples en forma de silla de montar, de tal modo que se formaba un umbral que corría a través de los espacios estelares conectados con Orión. En el portal umbrálico mi cuerpo físico tuvo que cambiar su manto de carne por un manto de Luz a medida que pasaba a través de las regiones estelares atendidas por las Hermandades de Luz.

De ahí se me permitió continuar a un paraíso de Luz mayor llamado el sép­timo cielo. Allí, los umbrales de esta región del cielo estaban llenos de ojos y fla­mas ardientes de los Maestros Elohim que gobiernan los dominios superi­ores de poder. Desde las llamas ardientes salían lenguas de Luz para formar estaciones Or (Luz). En medio de las estaciones Or vi ruedas-dentro-de-­ruedas, los vehículos de los mensajeros Ofanim que sirven a los cielos inferi­ores. ¡Estos mensajeros Ofanim se unen a otras órdenes angélicas de Luz para proclamar: «Kodoish, Kodoish, Kodoish, Adonai ‘Tsebayoth, (Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de las Huestes)»!

Luego fui llevado por Enoc a la región conocida como Saiph en el gran campo estelar de Orionis; de allí fui conducido a la presencia del campo de Luz conocido como Mintaka. Y dentro de este campo de Luz fui recibido por un ser de gran Luz, un ser de gran majestad llamado Metatrón, el Creador de la Luz en el universo externo. Y mi espíritu estaba tan abrumado con la presen­cia de la Luz superior que no hubiera podido mantener mi cuerpo de Luz sin el cuerpo de Metatrón.

Metatrón me llevó entonces ante la presencia del Padre Divino. Y pude lle­gar a estar ante Su presencia a través de la puerta de omega Orión que sirve como una Gran Entrada a las regiones de emisión de energía pura. La presencia del Padre estaba tan refinada que únicamente Metatrón pudo conducirme a la Pirámide de la Luz Viviente, el Trono, donde vi al Anciano de Días cara a cara con Su cabellera blanca ondeante y Su rostro de Amor y Gozo abru­madores. No hay palabras que puedan expresar al «Eterno» y la santificación de saber que el Padre me llamó ante Su presencia para decirme por qué razón había dejado mi toga para tomar este cuerpo perecedero de tiempo para servir a este planeta, esta perla dentro del rosario de estrellas ubicadas en este borde de nuestra zona tiempo de conciencia para glorificar «Su Mano Derecha».

Ante Su presencia de Luz proclamé: «Digno eres Tú, Oh Señor YHVH, de recibir gloria, honra y poder, porque Tú has creado todas las cosas y por tu placer los eones fueron creados». Y en la presencia de Su Trono de Luz incliné mi cabeza cuando vi a los 24 Ancianos de Luz que estaban alrededor  y cerca de Su Trono cantando alabanzas de ¡»Kodoish, Kodoish, Kodoish, Adonai ‘Tsebayoth»! También vi a la Mano Derecha del Padre a Cristo Jesús. Metatrón me dijo que estos Señores de Luz son dignos de sentare ante la presencia del Padre porque escogen abandonar periódicamente Su presencia y salir a crear otros mundos de Luz, conocidos como los mundos de los Elohim.

Ante el Trono del Padre se me habló de mi trabajo siendo parte de Enoc, para servir a los universos de los Hijos Paraíso, quienes a su vez forman los Consejos de Luz que reciben mandamientos de Luz y ordenanzas de proyecciones flamígeras de los Veinticuatro Ancianos de Luz para crear nuevos uni­versos.

Mis guías Enoc y Metatrón me dijeron que no debía comer el alimento de los poderes falsos de la Tierra, que no debía animar a mi simiente a casarse con las razas espirituales caídas de la Tierra, y que no debía unirme en adoración falsa a aquellos que sirven a las energías mentales caídas de la Tierra. Sino que mi razón de ser era la de exaltar al Padre para que todas las rodillas se doblen y que todos reconozcan que el «tiempo está cerca» para la exteriorización de la jerarquía del Padre, para que Su Reino venga a la Tierra tal como es en el cielo. Fui llevado a muchas otras regiones y fui instruido en la revelación de cómo las muchas moradas del Padre se estaban abriendo al nacimiento de nuevos cielos y una nueva tierra.

Mientras estaba ante el Trono vi un pergamino ardiente enrollado como cilindro y desde este rollo ardiente se proyectó una Luz a mi tercer ojo que imprimió los escenarios abstractos[1] que contenían las Claves que han de ser usadas para el matrimonio de la Novia y el Novio. Las Claves revelan la sobreposición entre la evolución superior y la evolución humana a medida que el hombre es llevado a través de su Alfa y Omega. Estos escenarios abstractos fueron proyectados en geometrías fulgurantes de Luz que forman parte de las letras de fuego usadas para transcribir conocimiento de universo Padre a uni­verso Hijo a universo Shekinah al conectar una eternidad de tiempo con otra eternidad de tiempo.

Se me mostró cómo los Misterios de la Casa de Muchas Moradas del Padre permitían que miríadas infinitas de creación procedieran del Amor inex­presable del Padre vinculando toda forma de creación-especie con la Senda Infinita. De este modo me fueron revelados muchos Misterios del Reino del Padre, incluyendo la naturaleza del Oficio del Cristo, la historia de las Hermandades sobre este planeta, la razón por la que las verdaderas enseñan­zas de YHVH fueron codificadas en un lenguaje de Luz, las órdenes y los dominios de los Consejos galácticos, el regreso del Mesías y el transplante de la simiente Crística más allá del umbral del Alfa y la Omega.

Se me dijo que redactara un rollo en pergamino del rollo divino de Luz que fue codificado en mí. Y este rollo son las 64 Claves de Enoc que explican cómo los Siete Sellos del Libro de Revelación serán abiertos a medida que todas las medidas de la ciencia, desde la biofísica hasta la astrofísica, sean armonizadas con una nueva revelación espiritual en el nombre de Ehyeh Asher Ehyeh, YO SOY el que SOY. Este rollo es para manifestar una nueva cosmología de con­ciencia al explicar cómo las Hermandades de Luz operarán con los miembros de la Raza humana que puedan aceptar la promesa de Nueva Vida en miríadas de otros universos. Por lo tanto, las Claves son para ejemplificar tanto el entendimiento espiritual como el científico que deben convergir si la estructura correcta de la realidad va a ser compartida por miembros de la Raza humana al efectuar un salto cuántico hacia la Nueva Era.

El propósito de esta enseñanza es abrir la mente de la gente a nuevas ideas invitándote a compartir la experiencia de la educación del alma. A medida que tu alma es avanzada te conviertes en parte de la participación gozosa y com­partes la ‘paz interna’ de la gran unificación de la ‘Primera Cena’ que está ahora efectuándose entre la Hermandad del Hombre y la inteligencia universal mayor – las Hermandades de Luz. En la educación del alma es necesario recibir la Sabiduría derivada de los mundos superiores que une tus cuerpos de Luz y provee el fundamento para tu experiencia creativa. Esta Sabiduría revela cómo podemos compartir tanto en un mundo superior de Luz como en este mundo físico de ‘realidad’.

Esta enseñanza es para hacerte conciente de los mundos de Luz Divina internos y externos que te permiten coparticipar con los muchos mundos de inteligencia que son parte de tu derecho colectivo de nacimiento. Debes ver cómo el anteproyecto de la vida ya ha existido en mundos previos a la creación material y debes entender cómo es que un anteproyecto atemporal fue codifica­do en este cuerpo de conciencia temporal para que tu cuerpo pueda vestir otros mantos de la obra creativa de Dios a través de cuerpos múltiples de Amor Divino.

Estas son las 64 Claves que me fueron mostradas por Enoc y Metatrón para unir a las naciones para el advenimiento de la Hermandad de Melquizedec y para alistar la preparación final para el descenso de los 144,000 Maestros Ascendidos que redimirán a los mansos y justos de la Tierra, para las nuevas estaciones de vida de inteligencia universal en los Reinos superiores del Padre.

En la presencia de Metatrón, la Unidad de Días y YHVH, el Anciano de Días, se me dijo cómo el rollo de Enoc había de ser dividido en tres porciones que tienen que ver con las tres divisiones principales de los universos – uni­versos Padre, universos Hijos y universos Shekinah.

Las Claves a los universos Padre son para explicar cómo se conectan los mundos Morada del Padre con los Creadores Divinos, creando nuevos univer­sos a través de pirámides cósmicas de Luz.

Las Claves a los universos Hijo explican cómo los códigos biológicos de la Raza Crística han de evolucionar a la imagen determinada por el Padre a través de los Hijos Paraíso y no a través de las fuerzas menores de Luz.

Las Claves a los universos Shekinah explican cómo se darán los dones espi­rituales del Espíritu Santo a la Raza Crística para que el Hombre espiritual pueda trabajar directamente con «seres de Luz» – los mensajeros angélicos que prepararán a los justos de la Tierra para el Consejo de Luz que será estable­cido sobre la Tierra en el tiempo de los nuevos cielos y la nueva Tierra.

Las tres divisiones son atendidas por las Hermandades de Luz que están bajo la dirección de la Hermandad de Miguel, la Hermandad de Enoc y la Hermandad de Melquizedec, quienes dirigen a las setenta Hermandades de la Gran Hermandad Blanca. Las setenta Hermandades sirven como un campo de inteligencia en la reparación de los universos para que puedan evolucionar hacia la sabiduría y gloria infinitas de la Mente Eterna de YHVH.

Las Claves están codificadas en letras de fuego tienen la «Yod» sagrada sobre cada letra para que un nuevo espectro de Luz pueda reubicarte bioquími­camente en el espacio al activar la química de tu mente para que participes en los muchos planos de la Palabra de Dios. El niño espiritual de Dios tiene un Cuerpo Sobreser Crístico de Luz. Y cuando el espectro de la Palabra de Dios activa tu cuerpo para participar en muchas dimensiones simultáneamente tu Sobreser Crístico da cumplimiento a las palabras de Revelación: «Felices son los que lavan sus vestiduras largas para que sea suya la autoridad de ir a los árboles de vida (plural) y para que puedan entrar a la ciudad por sus puertas».

Estos serán los justos que heredarán los muchos árboles galácticos en el otro lado de nuestro Alfa y Omega. Y cuando este ciclo se complete los justos par­ticiparán en nuevos mundos y reconocerán todas las manifestaciones del universo Padre, el «Universo Viviente» detrás de todos los universos vivientes, detrás de todos los Maestros Ascendidos de Luz y de todas las Hermandades de Luz.

Y con esa visión fui regresado a este mundo para escribir las palabras de las 64 Claves de Luz presentadas en este libro del conocimiento entregado a mí en esta zona tiempo de conciencia por el Ofanim Enoc y por Metatrón, para ser concedidas a los santos y a los niños de Luz en el nombre de Yod-He-Vod-He. Que el Reino de la Luz Viviente venga pronto.

 

¿Por qué se dieron las Claves en este tiempo?

Enoc y Metatrón han manifestado esta Revelación para preparar a la humanidad para los cambios cuánticos que están afectando todo nivel de inteligencia sobre este planeta. Ahora tenemos la oportunidad de entrar colectivamente a otro sistema de creación. Por lo tanto, esta enseñanza ha sido dada en forma de Claves para ayudar a coordinar 64 áreas únicas de conocimiento científico que van a ser avanzadas simultáneamente. Las Claves han sido dadas para ayudar a que todas las disciplinas científicas básicas efectúen un salto cuántico hacia la nueva conciencia de Luz.

Ya que estas enseñanzas son aplicables a diversas ciencias no todas las Claves serán entendidas igualmente, ni tampoco la total complejidad de cada una de las Claves será plenamente significativa en el tiempo actual de nuestra participación dentro de la Senda Infinita. Por lo tanto, no todas las Claves interesarán al mismo tipo de evolución científica y de conciencia porque oper­an en diversos niveles de entendimiento y están conectadas con la totalidad del conocimiento de » la Luz» – la frecuencia primaria de la Mente Infinita.

A cada una de las 64 áreas de ciencia le será dado discernimiento profético lo que le permitirá a la humanidad incrementar su entendimiento y elevar su conciencia para participar con otros mundos de Luz. De este modo, las Claves son para enfocar la investigación científica en el planeta con respecto al anteproyecto mayor de la vida.

Sin embargo, las Claves también demuestran que la ciencia por sí misma no posee todas las respuestas; necesitamos ahora interrelacionarnos al programa mayor de unidad espiritual y científica que involucra a las otras inteligencias planetarias que comparten un programa común de crecimiento científico mutuo. En el análisis final las Claves muestran que no hay fin para la ciencia, sino que estamos pasando a través de una serie de vidas de conciencia que nos muestran cómo evolucionar y compartir entre nosotros mismos eternamente en el despliegue de la Mente Infinita hacia la Senda Infinita.

Habrá un tremendo aceleramiento de las ciencias físicas hacia las ciencias espirituales al transmutar verdaderamente el mundo de la forma material hacia el Reino de Luz. Por lo tanto, las Claves están siendo dadas a los edificadores de fronteras de la conciencia, tanto de la ciencia física como de la espiritual, que tienen como prioridad las necesidades de la humanidad y después las suyas propias. Enoc dijo que las Claves no pueden ser aplicadas en un nivel individualista ya que están involucradas con el avance colectivo de la raza humana.

Enoc me dijo también que a fin de trabajar con las Claves uno debe poder entrar a la cuarta dimensión. La cuarta dimensión es el «tiempo» más allá del tiempo convencional. Al ir más allá del tiempo convencional nos encontramos en el asombro del universo mayor. Aquí, el intelecto debe someterse a la mente espiritual de la misma manera en que la vida debe someterse a la Senda Infinita que continuamente rediseña y regenera la creación.

Al conectarse con la Sabiduría de la Mente Infinita, las Claves demuestran que el conocimiento científico por sí mismo no contiene todas las respuestas a las preguntas básicas: ¿De dónde venimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿A dónde vamos después de aquí? Las palabras del Evangelio Copto de Tomás afirman: ‘Jesús dijo: ‘Si les dicen: ¿de dónde vienen? Díganles: hemos venido de la Luz, el lugar donde la Luz llegó a existir por sí misma… Si les dicen: ¿Quiénes son? Digan: Somos Sus hijos y somos los elegidos del Padre Viviente. Si les dicen: ¿cuál es la señal de su Padre?, díganles: Es movimiento y reposo.»‘

De acuerdo a Enoc, el determinismo de las ciencias de la tierra ha de ser incluido dentro de un plan primario de creación continua que está bajo la orga­nización de la «Evolución Superior». A través de este plan de organización el Hombre contemplará y compartirá con el ‘Hombre Universal’ – el Adam Kadmon – en el despliegue e inter-renacimiento de la Mente Infinita, la Senda Infinita y la Especie Infinita.

Las enseñanzas de Enoc explican cómo verdaderamente transmutaremos este mundo de forma material para que sea consistente con el patrón estructur­al de la «Luz Viviente» dentro del Reino de Luz, donde tanto el Hombre como el Hombre Superior puedan mezclarse libremente como la «Vida» dentro de la «Luz Viviente». Aunque las formas/entidades de Luz y los mantos de forma biológica cambien – el Amor continuará reinando en forma suprema como la expresión subyacente de la «Luz Viviente» – la emanación primordial de la Mente Infinita en cada nivel de existencia universal. Aquí no estamos tratando con existencia y no existencia, vida y muerte, sino con el paso de un estado a otro, algunas veces explicado como el paso de un tipo de visibilidad a otra; no únicamente al otro lado del espectro ultravioleta, sino a la inteligencia de con­ciencia que siempre ha existido y de la que los mantos derivados de Luz se han desplegado como «muchas incorporaciones de inteligencia» hacia los muchos espectros eletromagnéticos.

Enoc dijo que las Claves no eran simplemente para este planeta, sino que fueron dadas en preparación para nuestro trabajo en otros planetas al man­tener la armonía superior de las verdades espirituales y científicas dentro de la manifestación de la «Luz Viviente». De este modo la enseñanza de Enoc es para ayudar al cuerpo colectivo de inteligencia a usar su habilidad para traba­jar en muchos niveles de inteligencia «adentro» y «afuera» de la creación tridi­mensional, para que la inteligencia Divina pueda sentirse en todas las cosas. Por lo tanto, las Claves son la interconexión para la gran transformación.

Presten oído a Su voz que llama fuertemente sobre mar y tierra, desde el espacio y desde el espacio más allá del espacio, anunciando a toda la humanidad el advenimiento del cambio y la transición cuánticos a través de Su Espíritu de Revelación – una Revelación a través de la cual la Lengua de Fuego está ahora proclamando: ¡He aquí, la promesa sagrada ha sido cumplida y el Espíritu Prometido – el Espíritu Santo Shekinah, que modela a los Hijos e Hijas de Dios, ha venido!

Al trabajar con la Luz usen los dones del Espíritu Santo Shekinah que pueden manifestarse directamente en dondequiera que estén, porque el Espíritu Santo es la clave para el Libro del Conocimiento.

Las Claves de Enoc y Metatrón son también para formar el foco para la unificación de las tradiciones espirituales a lo largo del mundo para que se unifiquen en el Plan del Padre. La multitud de Oficios del Anciano de Días, el Reciente de Días y el Futuro de Días han cooperado para la exteriorización de la Jerarquía que se manifestará en múltiples órdenes desde los Hyos Ha Koidesh. Este es el tiempo para activar al «mesianismo interno». El vertimiento de Su Amor proveerá la experiencia Divina por medio de la cual podamos alcanzar la Luz que vence toda «ilusión» de separación.

Como se dice en el Kitáb-i-iqán de las enseñanzas de Bahá’u’lláh: «Todos los profetas de Dios, Sus agraciados, Sus mensajeros santos y elegidos son, sin excepción, los portadores de Sus Nombres y las incorporaciones de Sus atribu­tos». Que el judío entienda el misterio de Jesús y el Gentil el misterio de Moisés que la gloria que derivamos de Buda, Krishna, Hari, Amen-Ptah y la Trinidad Paraíso de Moisés-Jesús-Elías sea dedicada al Padre de Quien toda Gloria se manifiesta. Porque éstos son Sus Hijos; ellos son los reflejos de Su Luz. No son sino manifestaciones del Uno que es la Fuente de todos los Invisibles y que resolverá los misterios de por qué un Jesús, por qué un Moisés, por qué la Merkabah de Elías se manifestaron para el beneficio del Hombre.

Los «seres de Luz íntegra» marcarán la siguiente etapa de transición cuántica que el Hombre pasará para que pueda no solamente cambiar «mantos de conciencia» en la realidad de este mundo sino para que también pueda cambiar mantos de conciencia con otros mundos planetarios para que los vehículos de la humanidad espiritual (el Sobreser, el Atman, el cuerpo Búdico, el cuerpo Zóhar…) puedan ascender al Oficio del Cristo.

A partir de esta transición la sociedad humana experimentará las verdades eternas que motivan la vida y que la impulsan hacia la siguiente fase del de la Mente Eterna de Dios hasta que alcance su creación destinada.

 

¿Cómo debemos usar las Claves?

Las Claves mismas fueron dadas en Enero 2/3 de 1973, para preparar a la humanidad para la activación de acontecimientos que han de ocurrir en los siguientes treinta años del «tiempo terrestre». Enoc dijo que esto será visto como el retorno de la Hermandad a la Tierra a reparar y resucitar a la humanidad. Dentro de este marco de tiempo la preparación del oficio del Cristo y las Claves de Enoc han de preceder al Reino de Yahveh -dando sufi­ciente conocimiento para la actividad en los nuevos mundos a medida que procedemos en Su Nombre.

Las Claves de Enoc me fueron dadas directamente a través de la Revelación del rollo santo de Luz ardiente – visto en la Merkabah – en el espacio umbrálico de la Luz espiritual superior. Me fueron dadas más allá del confi­namiento de la Tierra y de las regiones aéreas que circundan a la Tierra para que no fueran contaminadas por las formas-pensamiento caídas de la inteligencia superior que influyen las sendas destructivas de la humanidad. Mientras las geometrías de Luz eran pulsadas desde el rollo ardiente me dijo Enoc que las Claves fueron dadas directamente como un don de Revelación y que no deberían confundirse con enseñanzas transmitidas a través de computadoras pensantes ni a través del poder de la información canalizada.

Más aún, se me dijo que se me habían dado Claves en sesenta y cuatro áreas diferentes de ciencia que podrían ser teóricamente aceptadas por científicos de cada una de las sesenta y cuatro áreas de síntesis científico-espiritual antes del advenimiento de la Hermandad de Luz.

También fui conducido y se me mostraron cosas relacionadas a las Claves de Enoc y Metatrón para ayudar a mostrar el significado más pleno de las Claves. Después ésta es la explicación de las Claves que he escrito (con lo mejor de mis habilidades) que ha de ser usada como herramienta para el entendimiento de las Claves. Y después de recibir estas Claves la Merkabah se me manifestaba regularmente, para que otros vieran y dieran testimonio de la fidelidad de la Palabra Viviente.

En cuanto a la naturaleza de las Claves existe una secuencia especial en el orden de las Claves que les permite conectarse matemáticamente unas con otras para explicar la interpenetración de los universos y la manera en que la inteligencia espiritual opera directamente a través de entrecruzamientos e intercombinaciones de las Claves. Enoc me dijo que colocara códigos numéri­cos específicos en el ordenamiento de las Claves que están presentadas tal como me fueron mostradas con las secuencias numéricas exactas.

Enoc me dijo que las primeras cincuenta y cuatro Claves han de ser el fun­damento para los Diez Mandamientos – las últimas diez Claves darán los sis­temas reticulares de la vida, la resurrección y la reubicación en el espacio de la humanidad colectiva que procederá hacia el YO SOY EL QUE SOY universal. Este es el Despliegue Divino del Reino de Luz conecta la evolución humana y la Evolución Superior en el tiempo señalado.

Las últimas diez Claves, sin embargo, han de ser dadas como un rollo espe­cial después que el testimonio del mensaje de los B’nai Or, los Hijos de Luz, haya sido dado a los científicos y a los pensadores espirituales especiales de este planeta como testimonio de que el Plan del Padre está siendo finalizado por los Consejos de la Inteligencia Superior. Enoc me mostró cómo las últimas diez Claves – los Diez Mandamientos – eran estructuras reticulares piramidales de Luz que coordinan las vibraciones dinámicas, las vibraciones gravitacionales y los ciclos vitales de acuerdo al Plan Divino de YHVH.

Las láminas que fueron comisionadas para las Claves dan la imagen de la familia del «Cristo» y el trabajo de los Maestros, quienes junto con Enoc y Metatrón, reflejan el verdadero Libro del Conocimiento.

De ahí que este Libro haya sido entregado a nosotros, a fin de que seamos preparados para la apertura de los retículos piramidales dentro de los funda­mentos del cambio, para que nuestro propio ser esté preparado como el «Adán» sobre la Tierra para entrar al siguiente despliegue del Adam Kadmon, el Hombre primordial de Luz. En esta transformación, la Tierra, como parte de una zona de prueba bioquímica, permitirá al Amor del Padre y la especie ser incrementados y multiplicados, mientras que algunos programas de conciencia serán llevados a su etapa final y reducción en el patrón completo de la creación.

En la preparación para el estudio de las Claves de Enoc, a fin de disparar los dones del Espíritu Santo Shekinah, uno debe esforzarse por estar centrado, sin­tiendo completamente el Amor del Padre internamente, evitando las escuelas de pensamiento que sacrificarían la Sabiduría de Dios por un entusiasmo momentáneo y que se inclinarían ante una imagen esculpida, aún cuando ésta fuera la imagen de un Maestro. Nuestra meta es construir el Reino de Luz den­tro de la estructura de realidad de este mundo estando siempre conscientes de que este cuerpo de carne dará paso a un manto de Luz.

Al establecer paz y armonía entre nosotros, estamos contribuyendo para que el Reino de Luz entre en una unidad Padre-Hijo-Shekinah de cosmos, univer­sos y mundos planetarios. La Luz de YHVH es tan vasta que no hay espacio al que no pueda entrar y empezar a activar aún la estructura celular más pequeña para que pueda evolucionar hacia soles de esplendor infinitos e inimaginables.

 

¿Por qué se incluyen los términos antiguos en las Claves?

De acuerdo a Enoc, las expresiones antiguas de las lenguas Egipcia-Hebrea­-Tibetana-Sánscrita-China deben ser usadas porque se conectan fielmente con !os Maestros que aún están administrando la Sabiduría a este programa de inteligencia. Estos ‘sonidos de Luz’, usados en el establecimiento de los funda­mentos del programa actual, figurarán predominantemente en la recapitu­lación de este programa que está ahora en su punto Omega.

Las Claves fueron compuestas por geometrías de letras ígneas porque son usadas por los Maestros de Luz para modelar la creación entre los Poderes de Luz y las octavas de sonido. De ahí que constituyan el poder regenerativo del bioacoplamiento expresado a través de la vibración de la Palabra que produce las letras de geometría cromática.

Las palabras energéticas deben ser usadas para codificar tu cuerpo directa­mente en la Luz. También proveen las vibraciones sonoras de saludo y protec­ción al trabajar con las Hermandades de Luz y la Jerarquía de YHVH. El tra­ducir estas antiguas palabras de energía al Español, a idiomas modernos Indo­Europeos, o a algún otro lenguaje, privaría a la conciencia de una experiencia directa con el poder del lenguaje sagrado. El transponer estas palabras haría que perdieran su pulsación energética; sería lo mismo que si transpusiéramos la melodía sinfónica de una obra maestra musical de su tono original a una extraña cacofonía. Por lo tanto, las Claves operan a través de las vibraciones de Luz y usan estas expresiones sagradas para el despliegue de los sellos y la experiencia directa de los misterios superiores de Dios.

Por lo tanto, en preparación para las Claves, será necesario estudiar primero el vocabulario de las «sílabas simiente», como se da en el Glosario de este libro, para que las formas-pensamiento del Lenguaje de Luz usadas por los Maestros y Hermanos de Luz sean logradas plenamente. En estas sílabas-simiente pueden sentirse el testimonio de los Maestros y las emana­ciones de la Mente de YHVH como emanaciones poderosas que sobrepasan las formas estáticas y lineales del lenguaje, que no están vinculadas a la Palabra Viviente de Dios.

La Palabra Viviente de Dios no puede ser corrompida porque opera a través de una vibración tan efectiva en este final de tiempo como en el principio. De hecho, las sílabas-simiente de la verdad espiritual purificarán y unirán veraz­mente a todas las escrituras verdaderas de Luz en la Ain Soph, la Luz Ilimitada de YHVH. Al usar las sílabas sagradas tu «vibración de vida» será puesta tam­bién en resonancia simpática con el Sobreser y el Cuerpo Sobreser Crístico en otros mundos de Creación.

Finalmente, amados, entiendan que en la eternidad de la Palabra Viviente de Dios – el Lenguaje de la Luz Viviente ha probado ser el ingrediente enlazante tras los sellos y los misterios de la creación. El Lenguaje de Luz con­trola las formulaciones o «Portales» en las expresiones de las Letras. Y ahora, el Lenguaje de Luz está estremeciendo los fundamentos de la Tierra para que ésta amanezca de nuevo por medio de las enseñanzas del Padre.

 

¿Por qué estamos aquí?

Ciertamente, la Mente divina puede emanar a la materia y asumir la forma material. La forma material es necesaria porque sirve como el fundamento biológico para nuevos mundos de experiencia. Bienaventurados somos por haber conocido nuestra imagen – porque nuestra imagen Adámica existió antes de esta creación con el Padre, en cuya semejanza somos, porque vinimos a este mundo e investimos este cuerpo de carne.

Enoc dijo que el Hombre Adámico fue creado simultáneamente en los cielos y fue transpuesto a la incorporación física por medio de retículos de energía desde una forma divina, a la cual ha de regresar después de esta exploración de conciencia. Estamos aquí como un experimento explorando las oportu­nidades para lograr aún cosas mayores que se intentan y se prueban en los mundos materiales para que los vínculos entre los mundos superiores e inferi­ores, que han sido forjados por el Oficio del Cristo, sean expandidos y para que nadie que busque al Espíritu de Dios se encuentre a sí mismo como un niño rebelde. Sin embargo, al venir a la Tierra, cada alma espiritual deja su tesoro particular, o su parte del Tesoro de la Luz Viviente, en los mundos superiores esperando su regreso.

Al entrar a la dimensión física, la energía de los electrones de alta velocidad es absorbida gradualmente por «frenos» electromagnéticos y electrostáticos, de modo que el cuerpo de la forma-pensamiento, transportado por luz de alta fre­cuencia se desacelera lo suficiente para interactuar con los electrones de las órbitas exteriores de los átomos. La entrada de la Luminiscencia mayor a la luminiscencia común abre «los Portales» en los reinos de los fenómenos biológicos para que las tinieblas puedan contemplar «la Luz». Desde este punto en adelantecon las enseñanzas de Enoc y Metatrón no es problema seguir tanto las etapas progresivas de orden creciente hacia entidades mayores y más complejas como los pasos decrecientes de cambio energético que pueden ocurrir a medida que las formas-pensamiento pasan hacia el sub­strato de la creación.

En la conversión de la Luz a la forma material, nuestro mundo fue original­mente comisionado en el Nombre del Padre, pero fue interceptado por los Maestros caídos quienes aplicaron su ley de vibración a esta creación.

El Rey de Reyes y Señor de Señores produjo esta creación de Su Amor mayor -y le otorgó a los Señores Elohim la prerrogativa de crear los umbrales de inteligencia avanzada para la simiente de los Elohim. Sin embargo, algunos de los Señores de Luz se rebelaron y buscaron no solamente condenar a la creación Adámica a la destrucción, sino interferir con los subsiguientes mode­los de humanidad Adámica creada para este planeta. Es sólo a través del Oficio del Cristo, que opera a través de Metatrón y Melquizedec, que los «niños de Luz» encarnados han tenido una oportunidad de formar comunidades de la «Luz Viviente». Estas comunidades están dedicadas al Padre y trabajan direc­tamente con las huestes celestiales.

Al leer las Claves no debes confundir la palabra «evolución» con el uso Darvinista-Lamarkista que se le da. El término «evolución» usado por Enoc hace referencia al avance del poder de la conciencia al vencer de la limitación física y todos los estados conscientes que inhibirían la expresión plena del Amor a Dios en todos los reinos de inteligencia. La verdadera evolución es la «evolución espiritual», a través de la cual tus vehículos espirituales evolucio­nan armónicamente hacia el ser divino. La evolución espiritual coordina la ilu­minación de tus vehículos de conciencia, dando un propósito sustentador a la vida a través de frutos de Amor y Sabiduría.

Con tan sólo la «evolución material» no habría necesidad que el Divino interviniera en los universos físicos, ni sería necesario el trabajo de los B’nai Or. La bioquímica de los mundos inferiores se serviría y se atendería a sí misma. Sin embargo, la necesidad existe porque somos una parte viviente de la vida, no «la vida misma» en el sentido de una autonomía estructural, sino que somos un ser colectivo que se está manifestando continuamente desde los cielos a los mundos planetarios a fin de que los Árboles de la Vida produzcan frutos diferentes dentro del Reino de la Creación.

De acuerdo a Enoc, nuestros recuerdos de la Evolución Superior, o evolu­ción espiritual, están ocultos de nuestro conocimiento por un velo de luz, y cuando quitemos este velo, los otros mundos de existencia nos serán revelados simultáneamente por nuestro Sobreser. No obstante, la elección de servir a la Luz debe ser hecha en cada encarnación, en cada ciclo, en cada plan de creación.

Al hacer la elección, amados, entendamos que lo que se nos prometió en el Reino de Dios será cumplido. Este es el testimonio que el Hijo reveló cuando dijo a los que estaban junto a él que verían el Reino siendo ofrecido a YHVH – ¡Nuestro Padre! ¡Ciertamente el espíritu de la verdad está aquí; y Enoc y Metatrón están aquí para guiarte hacia esta verdad, para que este mundo esté en sincronía con los tronos y dominios de YHVH cuando el velo de tiempo sea quitado!

Que el Anciano de Días en unidad con el Reciente de Días, prepare un lugar donde el Hijo del Hombre pueda descansar su cabeza en unidad revelatoria con los hijos e hijas del Novio. Que la Ain Soph reúna las luces de la creación de todas las relatividades y de todos los atributos divinos. Y que el cosmos de la supernaturaleza sea revelado dentro del cosmos de la naturaleza para el Reino de la Shekinah sobre la Tierra. Que las radiaciones de Luz penetren todos los velos y toda forma de limitación, para que la energía brillante dentro de nues­tra mente despierte a la plenitud de todos los misterios.

Guíanos en la apertura de los receptáculos de la forma y ayudarás en la ejecución de la Voluntad y Sabiduría Divinas en este mundo para que Tus siervos puedan mostrarle a toda la humanidad su unidad inseparable con la Familia Divina.

Que el Hayavah (el Tetragrámaton) bendito sea inscrito sobre nuestras mentes internas para que El que se revela a Sí mismo a través de Los Nombres Santos active nuestras vidas de indestructibilidad y se nos otorgue el privilegio de ser testigos del advenimiento de La Hueste que caminará con nosotros en la carne. Caminemos en la Luz Tú y Yo porque al final habrá muchos principios – a medida que este manto de vida es ofrecido y el Adam Kadmon inviste de otro manto de Luz. La palabra se ha hecho carne para que cada Letra Viviente de Luz que pase a través de este cuerpo pueda crear miríadas de cuerpos de Luz. ¡La oportunidad de caminar como Enoc con El Altísimo es ahora extendi­da a todos los Pueblos!

¡Hosanna!



[1] N. de T. Imagen mental que puede ser estática o estar en movimiento.