TARTESSOS

 
                                                     

YACIMIENTO DE POZO MORO

 

  MARTÍN ALMAGRO-GORBEA - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

 

   

CONCLUSIONES.

 

El descubrimiento y estudio del yacimiento de Pozo Moro ha constituido uno de los jalones en los estudios de la Cultura Ibérica, pues ha permitido, desde sus primeras valoraciones hasta el día de hoy, profundizar en el análisis de la evolución de la sociedad tartesio-ibérica. Dichos análisis, basados hasta entonces en los escasos testimonios escritos dejados por la Antigüedad, han pasado a apoyarse en los restos de necrópolis, palacios y santuarios. Los nuevos conocimientos que ello ha supuesto, continuamente enriquecidos por nuevos estudios y hallazgos arqueológicos, permiten conocer cada día mejor su estructura socio-económica y su ideología, datos que, a su vez, resultan las claves para adentrarse en su organización del poder. Por ello, este conjunto de datos obtenidos de forma directa e indirecta de este singular yacimiento, han permitido un gran avance en la reconstrucción del peculiar desarrollo histórico del mundo ibérico, en la comprensión de los influjos coloniales recibidos, que explican sus puntuales paralelos mediterráneos, y, sobre todo, en su interpretación dentro de los grandes procesos histórico-culturales del Mediterráneo en la Antigüedad1.


NOTAS

1 El proyecto presentado a la CAYCIT el 28.3.1884 sobre “Arquitectura Monumental Ibérica. Corpus y estudio estilístico y sociológico”, que incluía como finalidad esencial la publicación de la monografía sobre el monumento y la necrópolis ibérica aneja, también pretendía llevar a cabo el necesario análisis de todos los restos arquitectónicos ibéricos existentes identificados en museos, colecciones privadas y publicaciones y hasta entonces prácticamente inéditos como paso previo imprescindible para el estudio definitivo del monumento y la reinterpretación social de las necrópolis ibéricas. Sin embargo, de las 3.380.000 ptas. solicitadas en 1984, sólo se concedieron 260.000 en 1986 y 200.000 en 1987. Sobran comentarios, pero alguien debe ser responsable de un modo de asignar los medios públicos para la investigación por medio de comisiones anónimas de competencia desconocida que, a juzgar por lo que se deduce de su actuación, deben considerarse cuanto menos sospechosas de arbitrariedad y clientelismo, pues han imposibilitado que el estudio definitivo de este monumento y de la arquitectura ibérica con él relacionada llegaran a ser en su momento debidamente publicados. Paralelamente, este trabajo ha dado lugar a varias tesis doctorales pues, además de la de Teresa Chapa, cabe citar la de S.Camacho; C.Aguilar, pudiéndose considerar en la misma línea la de R.Castelo

 

 

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